Por años los investigadores han utilizado la vacunación para crear batallas excepcionales para combatir los gérmenes que invaden al organismo y que pueden desencadenar enfermedades como la polio, varicela o paperas. Una dosis de una vacuna prepara al sistema inmune del organismo para que produzca proteínas llamadas anticuerpos que específicamente atacan al agente invasor en la primera oportunidad de infiltración.
Los investigadores ahora han encontrado evidencia de que las técnicas relacionadas con la vacunación también pueden ayudar a combatir invasiones de drogas dañinas como la cocaína, PCP, metanfetamina y nicotina en los cigarrillos. Las investigaciones están llevando a:
· Nuevos medicamentos que podrían sumarse a los tratamientos utilizados hoy en día para el abuso de drogas y la sobredosis de drogas.
· Una mejor comprensión de como los tratamientos localizados en el cuerpo ayudan al cerebro.
Casi 13 millones de personas consumen drogas en forma regular por una simple razón. Las drogas activan circuitos en el cerebro que producen sensaciones de placer y recompensa. Esta euforia ayuda a la recidiva en el consumo de drogas. Un grupo de investigadores creen que el uso de técnicas con anticuerpos podrían ayudar a romper el ciclo de placer atacando las sustancias en la sangre que limitaría su llegada al cerebro. Las terapias potenciales no son curas. En teoría, sin embargo, proveerían una red de seguridad para aquellos motivados a dejar las drogas. Si un consumidor tiene un relapso, la técnica bloquearía el efecto de la droga que es lo que produce la recidiva.
Los científicos están probando una estrategia en adictos a la cocaína que funciona como una vacuna contra gérmenes tradicional y prepara al sistema inmune para producir anticuerpos. Pero en este caso, los anticuerpos atacan a la cocaína en vez de algún virus o bacteria. La vacuna es libre de efectos secundarios y dispara el sistema inmune del adicto para que produzca anticuerpos anti-cocaína.
Las investigaciones en animales sugieren que el ataque puede hacer que los adictos sean indiferentes ante la droga. Un estudio reciente sugiere que una vez vacunados, los roedores adictos a la cocaína con altos niveles de anticuerpos anti-cocaína ignoran la droga.
Las investigaciones también demuestran que vacunas similares podrían beneficiar aquellos adictos a otras drogas. Por ejemplo, un estudio reciente con roedores descubrió evidencia de que la técnica puede reducir la cantidad de nicotina que llega al cerebro y así reducir los efectos sobre la conducta, sugiriendo que podría combatir a la adicción a la nicotina.
Una de las técnicas involucra manufacturar anticuerpos selectivos y específicos en el laboratorio y luego inyectarlos en el cuerpo. La técnica de anticuerpos tradicional lleva semanas a meses para provocar el ataque del sistema inmune, mientras que estos métodos pueden provocar una respuesta localizada e inmediata. Un estudio reciente descubrió que una dosis de anticuerpos anti-PCP protegía a las ratas del PCP por dos a cuatro semanas, lo que sugiere que podría producir un bloqueo de larga duración contra el efecto de placer de la droga en los humanos. Los estudios animales también indican que puede neutralizar rápidamente una sobredosis de PCP y parar sus efectos tóxicos.
Otras investigaciones involucran inyecciones de anticuerpos que degradan a las drogas. Normalmente, los anticuerpos bloquean a las sustancias uniéndose a ellas para que no pueda ejercer su efecto. Pero esta técnica además degrada a la sustancia.
Los investigadores están probando métodos únicos que puedan ayudar a los adictos y tratar a las sobredosis. Una técnica (A) funciona como una vacuna que desarrolla anticuerpos tradicionales. Trata de estimular al sistema inmune para que produzca anticuerpos contra una droga determinada. Otra estrategia (B) involucra los anticuerpos manufacturados en el laboratorio que atrapan e inactivan drogas blanco. En una técnica diferente (C) bajo investigación los anticuerpos especialmente diseñados atacan y degradan a la droga blanco.