NUEVA YORK.- En el pequeño mundo de las personas que entrenan a los perros para oler cáncer, la poco conocida clínica del norte de California ha realizado una gran afirmación: que ha entrenado a cinco perros -tres labradores y dos perros de aguas portugués- que son capaces de detectar el cáncer de pulmón con un 99% de precisión con sólo oler el aliento de los pacientes.
El estudio se basa en conceptos bien establecidos. Desde los años ochenta se sabe que los tumores exudan mínimas cantidades de sustancias derivadas de los bencenos y alcanos que están ausentes en los tejidos sanos. Otros investigadores han mostrado que los perros, cuyas narices pueden captar aromas en cantidades ínfimas, del rango de partículas por millón, pueden ser entrenados para detectar tumores de piel o para reaccionar en forma diferente ante muestras de orina seca provenientes de personas sanas o con cáncer de vejiga. Pero no se había obtenido una precisión tan consistente.
Esa precisión casi perfecta que muestra el estudio realizado por una clínica californiana está, según el doctor Donald Berry, jefe de bioestadísticas del Centro M. D. Anderson de Cáncer de Houston, Texas, «fuera de lo esperable: no existe test de laboratorio tan bueno como éste, ni siquiera el Papanicolaou o los tests de diabetes son tan precisos».
Es por ello que Berry y otros expertos en cáncer son escépticos, pero al mismo tiempo están intrigados por los resultados obtenidos. Michael McCulloch, director de investigación de la Fundación Pine Street de California, y principal autor del estudio, reconoció que los resultados parecen ser demasiado buenos como para ser ciertos.
En cáncer de mama, los perros acertaron con el diagnóstico en el 88% de los casos, y casi sin arrojar falsos positivos, lo que resulta en una comparación favorable con la mamografía. «Sí, nosotros también estamos asombrados -dijo McCulloch-. Y por eso es que necesitamos replicar estos resultados con otros perros, además de realizar análisis químicos sobre lo que contenía el aliento de los pacientes.»
McCulloch ha solicitado un subsidio a la Fundación Nacional de Ciencia de los Estados Unidos para tratar de replicar los resultados obtenidos hasta ahora. El hecho de que el estudio haya sido realizado con el apoyo de una clínica de la Fundación Pine Street, que combina los tratamientos convencionales de quimioterapia con acupuntura y medicina herbal ha suscitado desconfianza, al igual que el hecho de que haya sido publicado en una revista médica poco conocida: Integrative Cancer Therapies.
Pero los expertos que han leído el estudio no han hallado ningún error en su metodología, y la idea de que los perros pueden detectar el cáncer «no es para nada loca», dijo el doctor Ted Gansler, director de contenidos médicos de la Sociedad Americana del Cáncer, de Estados Unidos. «Es biológicamente plausible, pero todavía hace falta realizar muchos más estudios sobre su efectividad.»
Cómo fue la experiencia
McCulloch utilizó para su experiencia a perros guías para ciegos, que fueron entrenados de la misma forma en que se los entrena para detectar bombas: recibían recompensas cuando hallaban cierto aroma tras olfatear recipientes idénticos. En esas experiencias se utilizaron muestras de respiración de pacientes que habían sido sometidos a biopsias de cáncer de pulmón o de mama, y de personas sanas.
Los tubos con las muestras fueron numerados y colocados en cajas plásticas, y luego presentados a los perros. Si estos olían cáncer, debían sentarse. En la experiencia con muestras de cáncer de pulmón, los perros se sentaron correctamente 564 veces y sólo 10 en forma incorrecta, lo que representa un 99% de precisión.
Autor: Centro M. D. Anderson de Cáncer de Houston, Texas.
Periodista: Donald G. McNeil Jr. (New York Times)
Fuente: La Nacion Line.