Una nueva hipótesis sobre el Asma

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Autor: Lic. Humberto Luis Schenone
Fuente: ar.geocities.com/asmastop

Es posible vivir libre de ataques de asma y libre de medicamentos; libre de las nocivas huellas que dejan los fármacos en el organismo por sus efectos secundarios y por tanto libre del círculo vicioso de la depedencia . Esto puede lograrse en forma progresiva en un alto porcentaje de casos.
ASMA STOP, método de tratamiento que busca la resolución del trastorno desde un enfoque integral, utilizando ejercicios respiratorios específicos, información y psicoterapia breve, brinda resultados rápidamente comprobables y duraderos.
La consulta médica periódica monitorea el proceso de disminución de consumo de aliviadores y preventivos proporcionalmente a la frecuencia de aparición de los síntomas.
______________________________»Jadeo»: El término asma (Asthma) proviene del término griego usado para «Jadeo» y significa ataques de «falta de aliento».
«…LIBRE DE ASMA Y LIBRE DE MEDICAMENTOS…»
La frase que da título de este artículo fue enunciada por el gerente de comercialización de un importante laboratorio quien siendo asmático, siguió tratamientos medicamentosos durante años, infructuosamente, y consumiendo los mismos fármacos que él y sus empleados correteaban en sus visitas a médicos, hasta que optó por probar otro camino. No sólo consiguió liberarse de sus padecimientos sino también de la inevitable y constante presencia de medicamentos broncodilatadores y preventivos a su alrededor.
Debe quedar claro a quien lee este artículo que los medicamentos cumplen indiscutiblemente una función útil en cuanto a control y prevención. Lo que también debe quedar claro es que es SANO Y RACIONAL PROBAR otros modos menos invasivos y costosos para bolsillo y organismo (efectos colaterales).

INTRODUCCIÓN

Para quien sufre los ataques de asma, esos ahogos insoportables, así como para sus eventuales e impactados espectadores, lo mejor que podría sucederles, en primer lugar, es encontrar alguna manera de interrumpir esos accesos y más luego, un modo de prevenir su aparición.
Conviene adelantar (por raro que parezca) que el ataque en sí, es una interrupción (defensiva) de procesos insistentemente alterados. Una forma que tiene el organismo de reaccionar y revertir los efectos de esas alteraciones.
Con respecto a la interrupción y prevención de los ataques, existen medicaciones muy eficaces para uno u otro objetivo. Incluso existen sofisticados planes de manejo de la enfermedad.
De este modo tanto laboratorios como médicos especialistas cumplen con los objetivos que se proponen, es decir: interrupción, prevención y manejo de una patología a la que entienden y tratan como «incurable», manifestando a través de múltiples y prestigiosos medios de comunicación, con honesto pesar, que todavía no se conoce ni la causa ni la cura del asma al interrogárseles directamente sobre el tema.
Cuando se enuncia que existen personas que han sufrido asma durante años que ahora viven sin consumir medicación alguna, rápidamente se los incluye en el grupo porcentual de los pacientes que experimentan «remisiones espontáneas, por obra del crecimiento o la madurez.», por ejemplo, aduciendo que «…el diámetro de los bronquios crece al crecer el cuerpo y así deja de sentirse la obstrucción para respirar…»
Sin duda deben existir casos así. Por mi parte, las personas que viven libres de asma y libres de medicamentos que he tenido el gusto de conocer no han simplemente despertado una mañana sin asma, «así de fácil».
En su totalidad comentan que han buscado y probado múltiples recursos terapéuticos, atribuyendo intuitivamente a alguno o algunos de ellos la curación.
Han recorrido, en general, caminos que incluyen terapias médicas convencionales y/ o psicoterapias y/ o terapias alternativas, en forma simultánea o no.
Entonces, será de gran utilidad tomar nota de ello si se quiere aventurar a ir mas allá de interrumpir, prevenir, manejar, compensar, evitar, etc.

ATAQUE DE ASMA
Un ataque de asma ocurre cuando las vías respiratorias pequeñas y medianas se contraen, irritan inflaman y obstruyen.
Esto da como resultado una sensación de estar sin aliento y una necesidad de incrementar desordenadamente el ritmo y volumen respiratorio. Desgraciadamente esto genera una reacción en el sentido menos correcto: el deseo de respirar más.
Los ataques de asma pueden durar desde minutos a días. Cuanto mayor sea la inflamación, mayor será la duración.
Contracción de las vías respiratorias

Hay un músculo involuntario que envuelve las vías respiratorias. Dicha envoltura se contrae, frente a las alteraciones propias de la patología, haciendo bronco-espasmos durante los ataques de asma

Círculo vicioso del uso de broncodilatadores:

«…asma…consumo…alivio…»efecto búmerang»…más asma…más consumo… alivio…»efecto búmerang»…más asma…más consumo…¿alivio..?»

Irritación, inflamación y secreción aumentada
La cobertura interior de las vías respiratorias se irrita e inflama, contribuyendo a la reducción del espacio por donde debe pasar el aire para luego, a través del torrente sanguíneo, oxigenar los tejidos del organismo.
Un excesivo aumento en la secreción de moco (reacción defensiva frente a la irritación) se produce, obstruyendo aun más las vías respiratorias.
Este fenómeno denominado en muchos textos como «hiper-reactividad» es tratado con medicación preventiva, que no se debe auto-administrar y mucho menos dejar de tomarse sin supervisión médica, a causa de su composición química que actúa sobre naturales reacciones defensivas, modificando umbrales y en consecuencia, exponiendo el organismo a otros trastornos.
ALGUNOS INTERESANTES DATOS ESTADÍSTICOS
«Entre un 5% y un 10% de los adultos y entre un 10% y un 15% de los niños sufren de asma en Europa…» Similares porcentajes se repiten en otros lugares del planeta.
«En 1950 menos del 2% de la población mundial sufría de asma y en los años 60 esta enfermedad no se conocía como de posible desenlace fatal, salvo muy raras excepciones.»
«En los últimos años el número de personas que sufren de asma y la severidad de la condición se han incrementado hasta niveles alarmantes.» [1]
«En febrero de 1994»,…, «en Gran Bretaña, se detectó que el número de niños que en la actualidad mueren a causa del asma es el mismo que el observado hace 10 años atrás aunque la mortalidad infantil a causa de enfermedades en general había disminuido un 25%. La mayoría de los más de 3.000.000 de personas (dato de 1994) que padecen de este mal en Gran Bretaña son niños.»
«El asma infantil representa la mitad de todos los casos de niños que requieren hospitalización, y esto le representa a Gran Bretaña una erogación de aproximadamente 107.000.000 de libras esterlinas anuales en concepto de servicios de salud pública.» [2]
Debería agregarse a esta cifra lo que se gasta en consultas y medicamentos en el ámbito privado para tener cabal idea del tamaño del problema y de las «vicisitudes económicas» que provoca y sostiene.
Como consecuencia del importante número de personas que sufren de asma y del notable aumento en su severidad, fueron ordenadas por los gobiernos de países como Alemania, Nueva Zelanda, Australia y Estados Unidos investigaciones respecto de la seguridad y efectividad de los medicamentos usados habitualmente, resultando, por ejemplo, que ciertas medicinas como el Salbutamol o Salbutol inhalado (que en Estados Unidos se llama Albuterol) no sólo duplican el grado de sensibilidad de una persona a un «desencadenador» o «disparador» del asma, como el pólen o los ácaros del polvo, sino también desarrollan un gran margen de tolerancia, reduciendo así su efectividad y generando un consumo cada vez mayor.
Más estadísticas…»más de cien millones de personas en el mundo padecen de asma bronquial y la prevalencia está aumentando en todas las regiones, en especial en Latinoamérica, donde el 50% de los niños menores de 10 años son asmáticos…» (!) «…se estima que unas cien mil personas mueren anualmente por esta enfermedad…» «… se trata de un problema de salud pública que acarrea costos acumulativos tanto para pacientes como para sus comunidades…»
Para el año 2000 en Estados Unidos, más de 14 millones de personas tienen esta enfermedad pulmonar y un tercio de ellos son niños.
En Nueva Zelanda, cerca del 20% de la población ha sufrido de trastornos respiratorios alguna vez.
El asma no conoce barreras geográficas ni raciales ni de edad, ni en países con un alto standard de vida. Esto es una sorprendente paradoja, si se considera la cantidad de tiempo y dinero gastado en investigación sobre asma en esos países. [3]

ASMA : DEFINICIONES
Definiciones que pueden encontrarse:
» Patología inflamatoria crónica de las vías aéreas. En sujetos susceptibles esta inflamación conduce a episodios recurrentes de sibilancias, sensación de tener el pecho oprimido y ahogos. La inflamación produce una respuesta exagerada frente a estímulos tales como alérgenos, irritantes químicos, humo de cigarrillo, aire frío, o ejercicios. Frente a la presencia de algunos de estos factores provocadores las vías respiratorias se tornan edematosas, reducen su diámetro, se llenan con secreción mucosa y presentan una mayor reactividad a los estímulos».
«…enfermedad respiratoria caracterizada por bronco-espasmo, congestión de la mucosa e hipersecreción.»
«La gente con asma desarrolla una variedad de síntomas como resultado que sus vías respiratorias se van obstruyendo a causa de la inflamación. Cuando el revestimiento interno de las vías respiratorias se inflama, las vías se vuelven hipersensibles, de modo tal que responden a varios disparadores, angostándose excesivamente, dificultando una respiración normal.»
«Lo que activa el proceso depende en cada individuo de sus características, y puede ser: una sustancia específica (alérgenos), un sensibilizador químico, infecciones respiratorias, ejercicio físico, condiciones climáticas, humo de cigarrillo, ciertas medicinas (como la aspirina)…» Y se agrega a esta lista la condición de «atópico», nombre con el que los médicos designan a un grupo de pacientes que habrían heredado un gen que los haría susceptibles de sufrir alergias.
Las definiciones que pueden encontrarse, más o menos extensas en cada caso, designan un resultado, una consecuencia, un síntoma que por su insistencia, es tomado como enfermedad.
Es llamativo que en las citadas definiciones no se incluye la «noción psicosomática» del trastorno [como sucede en muchas otras, en las que tal vez aparece bajo un nombre como «trastorno emocional», indicando claramente la conveniencia de evitar situaciones emotivas], aunque tal concepto no es ni desconocido ni extraño en nuestros días.
Una nueva hipótesis de trabajo
Es un detalle llamativo, no solo en este tema en particular, sino también en informes sobre otras patologías, un «orden secuencial desordenado o invertido» para describirlas y ensayar procedimientos.

Un punto importante a tener en cuenta cuando se piensa el fenómeno asmático en cuanto a su origen y tratamiento es la adecuada mezcla de gases.

Es importante destacar, en este punto que para la gran mayoría de los profesionales que se dedican a tratar el asma afirman insistentemente que EL ASMA ES «INCURABLE» Y SU CAUSA «DESCONOCIDA», por lo que se limitan a aliviar y prevenir con medicamentos que si bien funcionan correctamente como elementos de salvataje o compensación, dejan huellas en el organismo por sus efectos secundarios, por lo que haríamos muy bien en no dejar de buscar modos menos invasivos para ensayar terapéutica. [4]

En general se plantea como consecuencia en todo tipo de publicaciones especializadas lo que en muchos casos de pacientes restablecidos (que ya no consumen fármacos ni ninguna sustancia que los reemplace) ha sido la causa de su padecimiento: la respiración alterada en Volumen, Velocidad y Ritmo, surgida como consecuencia de la continuidad en el tiempo de ciertos inadvertidos «ajustes» disfuncionales en lo psíquico y en lo físico que terminan por modificar en forma crónica al organismo y a su relación con el ambiente.

Existen alteraciones en tejidos, debidas a efectos colaterales de medicamentos (según aparece expresado en publicaciones reservadas al ámbito profesional) que aparecen citadas como «propias de la patología» o «originalmente presentes» en pacientes que sufren el trastorno.
Por la alteración antes citada, se produce un des-balance gaseoso que desemboca en contracción bronquial y la cobertura interior de las vías respiratorias se irrita e inflama, contribuyendo a la reducción del espacio.
Un excesivo aumento en la secreción de moco se produce, obstruyendo aun más las vías respiratorias
Las superficies irritadas segregan algún tipo de sustancia y se inflaman como lógica Respuesta Defensiva del organismo.
El problema es que esa respuesta defensiva es «exagerada» o «desubicada» y en consecuencia nociva.
La clásica «nariz tapada» por moco o por inflamación o «llorosa» por resfríos frecuentes es simplemente la «consecuencia – búmerang» del uso de medicamentos que alteran o suprimen la función inmunológica como intento de frenar la respuesta defensiva inflamatoria y el aumento de secreción que obstruyen el pasaje de aire.
El grado de «exageración» de la respuesta defensiva tiene directa relación con la acumulativa «fricción irritante» generada sobre la pared interna de las vías respiratorias.
Comparemos por un momento la situación de un organismo humano enfermo con la imagen de un árbol que presenta signos de enfermedad superficiales sobre las hojas…
Por mas remedios que se suministren sobre el follaje, si problema está en las raíces, si no se implementa una terapéutica adecuada a las raíces, la cura no llegará con seguridad.
Si por el contrario, se investiga la causa y la forma más adecuada y natural de tratamiento, las posibilidades de una cura definitiva crecen.
Trastornos Psicosomáticos y Emociones
En los fenómenos psicosomáticos hay un » mostrar » [5] algo expresado en forma de jeroglífico que se niega a ser leído sin ayuda idónea.
Es lógico que así sea si se tiene en cuenta, entre otros factores, que un síntoma debe entenderse como una especie de «solución des-actualizada» a un problema, creada en su cuerpo por un niño pequeño, con el objetivo de sobrevivir en un ambiente de hecho tóxico o registrado como tal.
El síntoma insiste en decir algo de lo que su mismo portador no puede hacerse cargo hasta que un » clic » se produce y así ciertos enunciados básicos que influyen negativamente en su expresividad, preferencias, elecciones y comportamientos, salen a la luz de un cambio de actitud o postura frente a su problemática.
Datos provenientes del campo de la Biología nos informan acerca de complejas relaciones hormonales y de neurotransmisores que parecen estar alteradas en los asmáticos. La distinción entre «sanos» y «enfermos» está basada en la diferencia registrada en el Metabolismo de sus emociones. [6]
«…fluctuaciones en lo emocional influyen directamente en la posibilidad que el organismo enferme o esté saludable…»
Se han llegado a hacer mapas de mecanismos vitales relacionados directamente con ese «metabolismo emocional». Están dispuestos en forma de red por todo el cuerpo, no sólo en el cerebro, y son claves para el entendimiento de lo psicosomático»… [7]
«…toma cierta cantidad de energía de nuestros cuerpos mantener una emoción inexpresada…» y habita en el cuerpo en forma de síntomas. [8]
Por otro lado, la acumulación y repetición de cierto tipo de «emociones inadecuadas» provistas y sostenidas en un ambiente tóxico, con el tiempo movilizan de modo erróneo al sistema nervioso autónomo produciendo primero alteraciones funcionales y luego estructurales.
El grado de influencia que dichas emociones «inadecuadas a la situación» tienen sobre la salud está directamente relacionado con el grado de represión (eliminación, no-expresión, no-actuación, o actuación sin control) de las emociones comunes que fluyen más o menos naturalmente en las personas libres de este tipo de síntomas.
Analizar la calidad, intensidad, pertinencia y duración de una emoción frente a una cierta situación puede revelar si se trata de una de aquellas, antes mencionadas, que contribuyen a originar y mantener los síntomas.
Para transitar exitosamente este verdadero» laberinto simbólico», deben inevitablemente considerarse temas relacionados a la facilitación del surgimiento de un discurso y escucha fértiles en el paciente para que pueda integrar aspectos negados de su realidad afectiva y acceder a una fase analítica en su tratamiento.
Este «portal» del proceso psicoterapéutico propiamente dicho es de naturaleza «emocional-corporal» y como tal, debe ser movilizado y atravesado con recursos técnicos específicos en cada caso.
Cabe resaltar la importancia de estudiar la personal forma en que el paciente psicosomático inscribió en su mente los distintos momentos de su evolución y de sus relaciones tempranas con su medio ambiente familiar y social, independientemente de la «realidad» de las múltiples formas positivas o negativas de relacionarse que hayan existido en su historia.

Lo que él fue evaluando y entendiendo sobre su mundo pesará en sus «conclusiones» y «decisiones» sobre el mismo haciéndolo o no «candidato al síntoma».
Conclusiones y decisiones que permanecen inconscientes, dando base a «soluciones viejas» que no se adecuan al presente pero que lo influyen dramáticamente.
Por tanto será conveniente sumar a los tratamientos médicos convencionales una psicoterapia que opere sobre el «universo corporal – emocional» y las » pautas mentales» que originan y sostienen los síntomas, «neutralizándolas».
Involucrarse en tal estudio es apostar a un verdadero y profundo cambio de vida, «una apuesta a respirar libre mente».

Distintos tratamientos
Distintos tratamientos operan con diferentes niveles de profundidad y éxito:
En un primer nivel de ensayo de una cura posible se ha planteado el abordaje de la problemática con medicamentos.
En un segundo nivel aparece el interés por las condiciones o circunstancias y así, se contemplan los «disparadores»(sustancias específicas: alérgenos; sensibilizadores químicos; infecciones respiratorias; ejercicio físico; condiciones climáticas; humo de cigarrillo; ciertos medicamentos; etc.), agregando entonces al tratamiento farmacológico la fuerte recomendación de una conducta de EVITACION de «situaciones irritantes»…, es decir, evitación de la presencia de los «disparadores».
En un tercer nivel aparece ya el interés por encontrar y estudiar la causa física para ensayar la cura.
Investigadores médicos y biólogos presionados por la fuerte presencia del trastorno en sus comunidades y yendo un poco mas allá de lo establecido, se aventuraron a esbozar otras hipótesis sobre la causa, o factor iniciador del trastorno, con su consiguiente nueva hipótesis sobre una posible cura.
Su postura está basada en estudios anatómicos, fisiológicos, físico-mecánicos y químicos; Con los que han logrado resultados similares al control de síntoma pero con la innovadora ventaja de conseguir reducir e incluso suspender las medicaciones en virtud del cumplimiento de ciertos cambios de vida, conocimiento de ciertas informaciones y en especial hacer especiales ejercicios físicos recuperadores del balance roto en sus metabolismos. En pocas palabras, su postura es que la forma y frecuencia de la respiración son causantes en vez de consecuencias del estado patológico del asma.
El aporte de estos investigadores no termina con el problema pero no puede dejar de incluirse como recurso en la terapia, dada su eficacia.
En un cuarto y último nivel debería situarse un enfoque del asma que contemple el origen de esa anomalía respiratoria causante de las condiciones del síntoma, para ensayar una terapia que incluya aspectos que hasta ahora no han sido tenidos en cuenta, o fueron generalmente trabajados con lenguajes herméticos y confusos.
El estudio de fantasías,» mandatos», emociones, creencias familiares y culturales, etc., así como de las relaciones en que se pueden observar.
Para lograr nuestro objetivo será conveniente ir en sentido inverso esta vez: desde el síntoma hasta su origen mismo.
«¿Funciona..?»
Esta es la pregunta que JAMÁS escuché de parte de ninguno de los «especialistas» con los que tuve oportunidad de comentar mi método de trabajo; con el que eficazmente logré el objetivo en todos los casos en los que la persona cumplió con los distintos pasos del tratamiento. Lo que sí escuché fueron consideraciones acerca de «pruebas de reacción y esfuerzo», mediciones de capacidad pulmonar, espirometrías, «incurabilidad», «compensación farmacológica», etcétera, que tenían como obvio objetivo descalificar todo aquello que no figure en el propio catecismo.
«Toda teoría es una autobiografía»
Esta frase, que alguna vez escuché durante mis años de estudio y de análisis, es aplicable también en mi caso. El primero de los casos de asma que investigué y traté fui yo mismo. La presión de la necesidad personal me obligó a experimentar todo tipo de tratamientos.
Hace 25 años me despedí del asma.
Conclusión
La clave de la efectividad de un tratamiento es que el criterio empleado sea ir disminuyendo progresivamente la medicación (bajo supervisión médica periódica) al mismo tiempo que el organismo del propio paciente aprende o recupera su capacidad de responder acertadamente gracias a la combinación del trabajo en tres áreas:
1) Información Actualizada para entender cómo se producen los síntomas y qué hacer al respecto
2) Técnicas y ejercicios que permitan reemplazar progresivamente el consumo de medicamentos.
3) Psicoterapia específica que trabaje neutralizando las pautas psíquicas, es decir, sobre las raíces, ya que al revertir proceso de «Somatización», la problemática es más accesible y certeramente tratable.
Lic. Humberto Luis Schenone


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