El glioma es un tipo de tumor que se desarrolla en el cerebro y la médula espinal. Son siempre letales, y la sobrevida de los pacientes no mejoró en las últimas décadas. Casi el 33 por ciento de todos los tumores cerebrales son de este tipo.
Los resultados de este proyecto, apoyado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, son tan alentadores que sustentan la realización de ensayos clínicos para probar la seguridad y eficacia.
Un camino, mucha esperanza
Los investigadores se concentraron en un subtipo muy frecuente de esta clase de tumor, el astrocitoma, que se desencadena cuando las células precursoras de astrocitos (células de sostén del cerebro y la médula espinal) empiezan a cambiar y multiplicarse sin control.
“Identificamos una manera que podría no solo reducir la dosis de radioterapia que se aplica habitualmente sino además mejorar su eficacia terapéutica”, afirmaron los directores del estudio, los doctores María Castro y Pedro Lowenstein quienes dirigen un laboratorio en la Universidad de Michigan y son profesores de Neurocirugía y de Biología Celular y del Desarrollo en la Facultad de Medicina de esa casa de estudios.
El tratamiento estándar del astrocitoma consiste en su extracción mediante cirugía, cuando es posible. Después se aplica radioterapia y quimioterapia para destruir el ADN de las células tumorales restantes y lograr así su eliminación. Sin embargo, la mayoría de estos tumores reinciden con mayor agresividad y el pronóstico es devastador.
“Bajar las dosis de radiación administrada es deseable, porque genera problemas cognitivos y otros efectos secundarios adversos”, afirmó Castro, quien es doctora en bioquímica egresada de la Universidad Nacional de la Plata. El estudio se publicó en la revista “Science Translational Medicine”, y detalla como los investigadores descubrieron que cuando la mutación en el gen IDH1 se encuentra conjuntamente con mutaciones en los genes ATRX y TP53, el astrocitoma adquiere una fuerte resistencia a la radiación, lo que disminuye el éxito de las terapias.
Mecanismos inteligentes
Mediante análisis bioinformáticos aplicados a datos experimentales, los científicos descubrieron que, en ese tipo de glioma, aumenta la expresión y la actividad de dos genes que despliegan estrategias de reparación de ADN cuando su estabilidad corre peligro por causa de la radiación: el gen ATM manda a fabricar una proteína capaz de identificar el daño generado por la radioterapia (y también la quimioterapia) y, a la vez, activa mecanismos de reparación de ADN. Y el gen CHK1/2 también ejerce un rol protector del material genético de esas células malignas.
Bajar las dosis de radiación administrada es deseable, porque genera problemas cognitivos y otros efectos secundarios adversos.
A raíz de este hallazgo, lo que los investigadores hicieron fue desmantelar el “escudo de protección” del tumor para volverlo vulnerable a la radiación: usaron compuestos inhibidores (aprobados por la FDA, el organismo que regula los medicamentos y alimentos en Estados Unidos) contra los genes de reparación del ADN (ATM y ChK1/2) en un modelo de glioma en ratones, de manera que los tumores se debilitaron y por lo tanto la radioterapia resultó más efectiva.
“Esta intervención prolongó la vida de los animales de manera significativa y en algunos casos se curaron”, indicó el doctor Felipe Núñez, primer autor del estudio y exbecario postdoctoral del CONICET en la Fundación Instituto Leloir antes de ir a Estados Unidos.
Lo que sigue
El objetivo es llevar estos hallazgos hacia tratamientos que curen o prolonguen la vida de pacientes con gliomas que exhiban mutaciones en ATRX, TP53 e IDH1 y cuya proporción alcanza un 25 por ciento del total. Para esto, los doctores Castro y Lowenstein están trabajando con colegas de radio-oncología, patología, neurooncología y neurocirugía para la realización de ensayos clínicos en la Universidad de Michigan.
Fuente: https://tn.com.ar/salud/lo-ultimo/tumores-cerebrales-investigadores-argentinos-lograron-desmantelar-el-escudo-de-proteccion-la_966418