Daiana Capdevila, doctora y licenciada en Ciencias Químicas por la UBA, realizará estudios que apuntan a comprender cómo las bacterias que causan enfermedades pueden adquirir resistencia tanto a nuestro sistema inmune como a los antibióticos que se usan para tratarlas. “Dentro de esa gran pregunta mi enfoque es tratar de entender desde una perspectiva de la biofísica cómo pequeños cambios en la posición y el movimiento de los átomos en algunas moléculas permiten que las bacterias adquieran esa resistencia”, indica Capdevila quien está por finalizar una estadía postdoctoral en la Universidad de Indiana, en Estados Unidos.
La nueva jefa de laboratorio estudiará bacterias que están desarrollando resistencia de manera rápida a los antibióticos y que figuran en la lista de prioridad de la Organización Mundial de la Salud: Enterococcus faecalis, Acinetobacter baumanii y Streptococcus pneumoniae. Las enfermedades que causan dependen de las características de la infección, por ejemplo, Enterococcus faecalis es una bacteria que puede proliferar en los intestinos de las personas sin causar enfermedades, en cambio cuando coloniza el tracto urinario genera infecciones que son graves porque las alternativas de tratamiento están cada vez más restringidas.
Basado en un enfoque bioquímico y biofísico, el grupo de Capdevila se propone reproducir en tubos de ensayo lo que pasa durante la evolución adentro de una bacteria que se vuelve resistente a los antibióticos y poder así entender ese proceso con detalle atómico.
“Con mi grupo pretendemos contribuir al desarrollo de nuevas estrategias antimicrobianas. Hace treinta años que no surgen nuevas clases de antibióticos y ya hay bacterias que están logrando resistir a los antibióticos que se usan como último recurso. Un enfoque para el diseño de nuevos tratamientos que resulta muy interesante en el contexto de lo que investigo, es desarrollar antibióticos que tengan como objetivo afectar a la maquinaria que a las bacterias les permite desarrollar la resistencia”, destacó Capdevila quien en 2016 fue seleccionada por el Programa de Becarios Latinoamericanos Pew en Ciencias Biomédicas – impulsado por la Fundación Pew Charitable Trusts – para realizar su posdoctorado en Estados Unidos y regresar al país con financiación para poner en marcha su propio laboratorio. Además este año cuenta con un subsidio de la Fundación Williams que le permitirá profundizar la investigación que inició con el programa Pew y mejorar su inserción en Argentina.
El laboratorio del doctor Emilio Kropff, doctor en física egresado de la UBA e investigador del CONICET, estudiará los procesos cerebrales involucrados en la percepción del tiempo y del espacio. “Si bien mi proyecto no involucra experimentos con sujetos sanos ni con pacientes, sino más bien con modelos de investigación, entender los mecanismos de funcionamiento de los circuitos neuronales vinculados con el tiempo y el espacio es también una manera de comprender mejor los síntomas de pacientes con enfermedades neurodegenerativas, como la desorientación y la pérdida de memoria”, explicó el científico quien entre 2008 y 2011 realizó su posdoctorado bajo la dirección de May-Britt Moser y Edvard Moser, ganadores del Nobel de Medicina 2014 por descubrir el circuito de neuronas que funcionan como “GPS interno” en el cerebro.
En 2015, Kropff fue autor principal de un trabajo publicado en la revista “Nature” que dio cuenta de las neuronas “speed cells”, aquellas que determinan la velocidad de desplazamiento y son un elemento clave para orientarnos en el espacio. Al finalizar su posdoctorado y regresar al país, el investigador oriundo de Bariloche se integró al Laboratorio de Plasticidad Neuronal que lidera el doctor Alejandro Schinder en la FIL. Ahora profundizará sus propias líneas de investigación.
Por sus importantes hallazgos en el área de la neurobiología, el Centro Internacional de Física Teórica Abdus Salam (ICTP), fundado en 1964 por el doctor Abdus Salam, Premio Nobel de Física en 1979, y con sede en Trieste, Italia, distinguió este año al doctor Kropff. Asimismo el Programa Fronteras Humanas de la Ciencia (HFSP según sus siglas en inglés), que cuenta con el apoyo de Japón, la Unión Europea (UE) y otros países, le otorgó – junto a dos colegas de Japón – un prestigioso subsidio para financiar parte de su línea de investigación.
María Fernanda Ledda es licenciada y doctora en ciencias biológicas por la UBA. Realizó su posdoctorado en la División de Neurobiología Molecular en el Departamento de Neurociencia en el Instituto Karolinska, en Suecia. Al retornar al país lideró un grupo de investigación en el Instituto de Biología Celular y Neurociencias Prof. De Robertis, en la Facultad de Medicina de la UBA. Y ahora pondrá en marcha su laboratorio en la FIL.
“Mi trabajo se centra en estudiar las bases moleculares y celulares que subyacen a la actividad de los factores neurotróficos en el desarrollo del sistema nervioso. Estos factores son un grupo de proteínas que favorecen la sobrevida, la diferenciación y establecimiento de los contactos neuronales durante el desarrollo del sistema nervioso central y periférico”, explica Ledda.
La presencia de los factores neurotróficos en el cerebro favorece el establecimiento de conexiones neuronales mejorando los procesos de memoria y aprendizaje, pero fallas en las señales disparadas por estas proteínas pueden ser las causas de diversas enfermedades del neurodesarrollo así como también de patologías neurodegenerativas.
Los procesos de regeneración neuronal que ocurren después de una lesión nerviosa, comparten muchos procesos celulares y moleculares con aquellos que controlan la formación y consolidación neuronal durante el desarrollo. “Es por ello que comprender los principios que gobiernan el desarrollo normal del sistema nervioso es fundamental para la generación de nuevas estrategias de regeneración después de una lesión nerviosa o para el diseño de nuevas estrategias para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson, Alzheimer o Huntington”, subraya Ledda.