Fuente: Quora.
En las personas con ansiedad, se ven afectadas varias regiones y procesos cerebrales clave:
Activación de la amígdala
La amígdala, que procesa las emociones, se vuelve hiperactiva. Esta actividad aumentada señala las amenazas percibidas y desencadena respuestas de ansiedad.
Disfunción de la corteza prefrontal
La corteza prefrontal, encargada de las funciones ejecutivas y del pensamiento racional, suele mostrar una actividad reducida. Este desequilibrio entre la amígdala y la corteza prefrontal provoca dificultades en la regulación de las emociones y las respuestas al miedo.
Deterioro del hipocampo
La ansiedad puede dañar el hipocampo, que es fundamental para la formación y recuperación de recuerdos, lo que puede afectar la retención de la memoria y exacerbar las respuestas al estrés.
Cambios neuroquímicos
Son comunes los niveles elevados de hormonas del estrés, como el cortisol y la adrenalina, que preparan al cuerpo para responder al peligro percibido, pero pueden provocar estrés crónico y ansiedad cuando están elevados de forma persistente.
Respuesta de lucha/huida/parálisis
El mecanismo de lucha/huida/parálisis del cerebro se activa con frecuencia, preparando al cuerpo para afrontar las amenazas. Esto puede provocar síntomas físicos como aumento de la frecuencia cardíaca, respiración acelerada y tensión muscular.
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