Ana Herbsztein
Un dibujo animado provocó convulsiones a cientos de niños (La Nación , 18 de diciembre de 1997)
Tokio- Un programa de dibujos animados, inspirado por el popular juego de video Pocket Monsters, provocó convulsiones en casi 700 niños en todo Japón el martes a la noche y obligó a la cadena que lo transmitió a pedir disculpas y suspender la emisión de la serie.
El gerente de programación de Tokio TV dijo que los niños, en su mayoría en edad escolar, fueron llevados a los hospitales tras mirar las imágenes “de una explosión de color rojo vivo y brillante que duró cinco segundos”, emitidas veinte minutos después del inicio de Pokemon, la tira animada.
Nintendo, cuyo juego Pocket Monsters es la base de Pokemon, decidió, entonces, incluir en sus productos una inscripción que advierte que las imágenes pueden desencadenar ataques epilépticos.
Sorpresa de médicos argentinos por el episodio masivo de epilepsia (La Nación, 18 de diciembre de 1997).
…Según el doctor Fejerman, probablemente se trató de un bombardeo de descargas lumínicas especialmente intensas o con un tipo de frecuencia de onda distinto, más epileptogénico, que las emitidas habitualmente por la televisión.
Dado lo masivo del fenómeno, el neurólogo no descarta que buena parte de las hospitalizaciones se hayan debido a crisis de miedo o angustia entre los niños japoneses ante tamaño impacto visual.
“No estoy de acuerdo con los bombardeos sensoriales de la televisión, los videojuegos o las discotecas –agregó-. Es difícil pensar en prohibiciones absolutas, pero al menos convendría establecer restricciones o advertencias porque pueden ser fenómenos nocivos para la salud.”
Un color peligroso
Para el doctor Osvaldo Panza Doliani, neurobiólogo y presidente de la Fundación Crecer sin violencia, los fenómenos de fotoestimulación pueden producir un desorden en el funcionamiento del cerebro, sobre todo si los destellos lumínicos son de color y especialmente si se trata del rojo.
“Tiene una longitud de onda más rápida que el celeste o el pastel –explicó el neurobiólogo- y si sumamos a esta variable la intensidad y la frecuencia del color, el estímulo visual puede impactar en determinadas zonas cerebrales y producir una convulsión.”
El doctor Salomón Muchnik, jefe de Neurología del Instituto de Investigaciones Medicas de la Universidad de Buenos Aires, dice: “Es inquietante el viso epidémico –agregó-. Podría pensarse que esa emisión televisiva tuvo una particularidad que por ahora desconocemos y que ayudaría a explicar mejor el fenómeno. Por eso es prudente esperar la definición de esta impactante noticia.”
Riesgos en el país del Tamagotchi (La Nación, 21 de diciembre de 1997)
La “epilepsia televisiva” que afectó severamente la salud de setecientos niños japoneses es un fenómeno de estudio para los científicos.
En su temprana explicación los médicos japoneses dejaron entrever un detalle al que conviene prestar atención : el brote de epilepsia fotosintética habría sido precedido por un virtual estado de hipnosis (es decir, en un estado en que se anula cualquier posibilidad de elección). Ese pequeño detalle alumbra sobre las condiciones en que hoy se ve televisión. es un dato que debiera servir como advertencia a los padres, muchas veces confiados en que, cuando depositan a sus hijos frente a la pantalla titilante del televisor, los dejan en buenas manos.
El otro tema que debe ser examinado a la luz de este episodio es el de la paradoja tecnológica.
A poco de ahondar sinceramente en el tema, no es difícil toparse con términos tan rotundos e inquietantes como hipnosis y alienación. El episodio de Tokio vino a darles la razón a quienes creían descubrir efectos nocivos en productos que a simple vista parecen juguetes.
En el editorial publicado en su edición de ayer, La Nación quiso ir un poco más allá al observar los riesgos que a veces encierra –al menos de manera potencial- este tipo de fenómenos tecnológicos, incluida el peligro de la manipulación de grandes sectores sociales.
¿Cuáles podrían llegar a ser los efectos de una emisión deliberadamente destinada a alterar o modificar las pautas de comportamiento de sus receptores?
Es un fantasma al que conviene mirar de frente.