En el caso de Paraná se aprobó “por unanimidad” un proyecto de la concejal de Cambiemos Claudia Acevedo.
En su articulado, dispone la prohibición de la aplicación de «agroquímicos biológicos de uso agropecuario destinados a la fumigación o a la fertilización agrícola y/o forestal, y/o espacios verdes, que contengan Glifosato y agroquímicos derivados».
Según se fundamenta en el texto normativo, «el objetivo es asegurar la protección de la salud humana y el medio ambiente».
En Concordia, como adelantó NOTICIAUNO, el concejal Esteban Benítez (UCR) elaboró un proyecto de ordenanza que “prohíbe el uso de glifosato” en la ciudad. “Los efectos nocivos ya han sido reconocidos por varios países de la comunidad europea”, argumentó.
Benítez, luego de su paso por Italia, y de haber escuchado a representantes de Ecomondo, afirmó que “en el mundo se han conocido y documentado casos de problemas y enfermedades como consecuencia del uso del producto en los campos”.
Por su parte, Gualeguaychú se encamina a aprobar el proyecto de Ordenanza del Intendente Martín Piaggio, que prohíbe, sin excepciones, el uso, aplicación, movimiento, comercialización de glifosato en todo el ejido de la ciudad.
El Viceintendente de Gualeguaychú, Jorge Maradey, precisó que “la utilización del glifosato afecta a la salud por lo que vamos a pedir a otros Municipios y Juntas de Gobierno”, que imiten la medida de prohibición que proyecta adoptar nuestra ciudad.
Maradey expresó que “la idea es que estamos todos convencidos que el glifosato es un veneno, que afecta nuestra salud como los sostiene la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un de las funciones del Gobierno es proteger la salud de los habitantes, debemos tomar medidas sobre esta cuestión. Este proyecto de Ordenanza prohíbe la venta, distribución, el almacenamiento y el uso de esta sustancia dentro del ejido de nuestra ciudad”.
La restencia de Etchevehere
El ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere defendió el uso de glifosato. Dijo que “es inocuo” y que “no causa ningún tipo de daño a la salud humana”.
Etchevehere dijo días atrás que “la palabra agrotóxico es un poco agresiva. Son productos fitosanitarios que se utilizan para mejorar la producción ni más ni menos que de alimentos”, defendió el ruralista.
Como si fuera poco, el funcionario nacional –que siempre defendió el modelo productivo y el uso de los agrotóxicos- agregó como fundamento que “en junio del año pasado, 106 premios Nóbel dijeron que el glifosato en sí mismo no causa ningún tipo de daño a la salud humana” y lo comparó con el detergente de la cocina o el mata cucarachas. “¿Qué tenemos que hacer? Utilizarlo de tal manera que no cause ningún daño a la salud”, expresó, y añadió: “El glifosato bien aplicado es inocuo. Se desactiva cuando toca el suelo”.
Más adelante, en otro intento de minimizar el impacto lo comparó con un auto: “¿Un auto es bueno o es malo? Si hay un accidente y es fatal no podemos decir que el auto es malo. Hay que saber manejarlos, respetar los límites de velocidad y las normas de tránsito. Lo mismo pasa con esto”, dijo Etchevehere.
Finalmente dejó en claro que lo que más importa es lo económico por sobre la salud y el medioambiente: “lo que está en juego es la producción de alimentos que es lo mejor que sabe hacer. Con buenas prácticas trae beneficios y genera empleo”, cerró.
A partir de sus dichos, las respuestas fueron inmediatas. El repudio de ambientalistas y personas vinculadas a la investigación sobre la toxicidad de los agroquímicos fue contundente.
Lanzaron una campaña que busca juntar firmas en Internet para que el flamante ministro de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, aporte el material científico que «pruebe la inocuidad del glifosato».
Textualmente la iniciativa digital expresa:
EL MINISTRO DE AGROINDUSTRIA ETCHEVEHERE SE BURLA DE LA SALUD
Y del dolor de la gente de su propia provincia.
Sumá tu adhesión para INTIMARLO a que APORTE el material científico que “PRUEBE LA INOCUIDAD DEL GLIFOSATO”; sin admitir como tales las cartillas de publicidad y los estudios que presentan las propias empresas que lo comercializan.
Y en caso de no aportarlos, EXIGIR LA INMEDIATA RENUNCIA al Ministerio. Atento a sus declaraciones irresponsables, infundadas y que reflejan un total desprecio hacia la vida y la salud.