Esta ligera, recargable y potente batería se utiliza en la actualidad en todas partes, desde los teléfonos móviles a los ordenadores portátiles y los vehículos eléctricos.
La Real Academia de Ciencias de Suecia concedió hoy el Premio Nobel de Química 2019 al estadunidense John B. Goodenough, al británico Stanley Whittingham y al japonés Akira Yoshino, por desarrollar la batería recargable de iones de litio, presentes en cualquier dispositivo inalámbrico, desde los teléfonos móviles a los ordenadores portátiles.
Su trabajo ha impulsado la creación de una batería potente y ligera que puede hacer posible “un mundo libre de combustibles fósiles”. El motivo es que se utiliza para todo, desde alimentar automóviles eléctricos hasta almacenar energía de fuentes renovables, como la solar y la eólica.
“Las baterías de iones de litio han revolucionado nuestras vidas desde que llegaron al mercado en 1991. Han sentado las bases de una sociedad inalámbrica, libre de combustibles fósiles, y son de gran beneficio para la humanidad”, se indicó en un comunicado.
En 2018 fue galadonado con la mitad Frances H. Arnold “por la evolución dirigida de enzimas” y la otra mitad a George P. Smith y Sir Gregory P. Winter, por llevar a cabo investigaciones que han permitido realizar el equivalente a la ganadería y la agricultura en el mundo microscópico, domesticando microbios para desarrollar proteínas aplicables a nuevos fármacos.
El Premio Nobel de Química ha sido entregado desde 1901, galardonando a 181 científicos hasta 2018, solo cinco de ellos mujeres.
Los premios son entregados el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su creador, Alfred Nobel, en una doble ceremonia en Estocolmo y en Oslo.
Los ganadores recibirán una medalla de oro, un diploma y un cheque por nueve millones de coronas suecas (912 mil dólares), que será repartido entre los ganadores, en caso de ser más de uno.