Una de las preguntas más difíciles que tienen los investigadores de abuso de drogas es porque algunas personas son más propensas que otras para ser adictos a las drogas. Parecería que esta diferencia se debe de alguna forma a la química cerebral, en particular a las variaciones del sistema dopaminérgico, que se cree que media a la recompensa, pero se desconoce que son exactamente estas variaciones y como surgen.
Por supuesto, es muy difícil estudiar estas preguntas en humanos. Un nuevo estudio en monos podría darnos una idea acerca de donde buscar. Morgan y sus colaboradores realizaron un estudio a largo plazo donde buscaron los posibles roles de la función dopaminérgica y los factores sociales en la vulnerabilidad hacia el abuso de drogas, y encontraron que la dominancia social puede influenciar ambos cambios en la función dopaminérgica y la auto-administración de cocaína en monos.
Primero, los monos fueron estudiados mientras que vivían individualemente por un año y medio, y sus cerebros fueron observados por imágenes usando el PET scan. Luego fueron integrados en grupos sociales. Después de tres meses de convivir en grupos, el PET scan de los monos que eran los dominantes mostraban un aumento significativo en la unión a un radioligando, [18F]fluorocleboprida (FCP), de los receptores dopaminérgicos en el cerebro medio. Esto indica que hubo un aumento del número de receptores de dopamina o que hubo una disminución en la concentración de dopamina extracelular en el cerebro medio de los monos. Los monos subordinados, por otro lado, no mostraron cambios en la unión a FCP.
Estas diferencias en la función dopaminérgica estaban asociadas con las diferencias en la frecuencia de auto-administración de cocaína. Los monos subordinados se auto-administraban cocaína con frecuencia, pero los monos dominantes no, sugiriendo que se hicieron resistentes a los efectos de refuerzo de la cocaína.
Varios estudios previos han indicado que el rango social podría estar relacionado con la función dopaminérgica y podría influenciar el efecto de la droga, como la cocaína, en monos, pero este es el primer estudio en demostrar que hacerse dominante luego de vivir individualmente puede producir cambios rápidos en el sistema dopaminérgico del cerebro medio. Si las diferencias en la auto-administración de cocaína son el resultado de las variaciones en el sistema dopaminérgico, entonces también resultan de las diferencias en el estatus social de los monos.
La comprensión de los efectos del contexto social sobre la función dopaminérgica y el comportamiento asociado a la adicción a las drogas en los monos podrían ayudarnos a comprender si hay fuerzas similares que afectan el sistema dopaminérgico humano e influencian la propensidad de algunas personas a la adicción a las drogas.
Fuente: Nature