En su línea de analizar cómo incide el aire que respiramos a la salud humana, el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha estudiado cómo afecta la contaminación, el tabaco pasivo, la humedad, el plomo y el formaldehído a la población infantil de los 28 países de la Unión Europea. Un inciso, por contaminación han observado el ozono y las partículas en suspensión de menos de 10 microgramos de diámetro (PM10) y menos de 2,5 microgramos (PM 2,5), que en buena medida provienen de las emisiones de los vehículos diésel. Los resultados, que acaban de publicarse en la revista «International Journal of Environmental Research and Public Health», no son muy halagüeños. La exposición a un aire viciado roba cada año 211.000 años a la población europea de menos de 18 años, esto es el 2,6 por ciento del total.
De todos los riesgos analizados, las partículas en suspensión son las más dañinas. La contaminación del aire resta 125.000 años de vida saludable a la población infantil europea y respirar humo de tabaco, 42.200 años. El primer autor del estudio, David Rojas, explica que entre los riesgos estudiados, las partículas en suspensión son las que producen más carga de enfermedad. Están relacionadas con enfermedades respiratorias, cardiovasculares y neurológicas, dolencias que se asocian a una mayor mortalidad infantil. Sin embargo, señala, que su impacto podría ser mayor, pues «sólo hemos tenido en cuenta sus efectos sobre la mortalidad infantil y sobre el asma –en el caso de las PM10– y su relación con enfermedades en las vías respiratorias bajas –en el caso PM 2,5–».
Los investigadores calcularon los años de vida ajustados por discapacidad, una medida de carga de la enfermedad global, expresada como el número de años de vida saludables perdidos por enfermedad, discapacidad o muerte prematura.
El coordinador de la investigación, Mark Nieuwenhuijsen, advirtió a las autoridades de que su estudio es una prueba más de que «es necesario implementar políticas efectivas para reducir la exposición infantil a los factores de riesgo ambientales en toda Europa, con especial atención a la contaminación del aire y el tabaco pasivo». Pero tal y como denunció ayer el movimiento «Fridays for Future», inspirado en el ejemplo de la adolescente ecologista sueca, Greta Thunberg, y sus protestas contra la inacción de los políticos, ningún candidato a la Presidencia del Gobierno abordó el cambio climático en los dos debates televisados.
Madrid y Barcelona arrastran a España a un suspenso en calidad del aire. De los 28 países incluidos en el estudio del ISGlobal, 22 reportaron niveles de PM10 por encima de las recomendaciones de la OMS. Se libran Luxemburgo, Irlanda, Suecia, Estonia, Finlandia y Dinamarca. Aunque estos países, igual que el resto, tienen niveles de ozono por encima de los considerados seguros. El Hospital Vall d’Hebron dará hoy detalles de un estudio que corrobora que las partículas del diésel no sólo incrementan el asma sino que pueden ser determinantes en su aparición en personas sanas.