Fuente: El Cronista
Los niños de tres años son los más afectados por este fenómeno. Conocé más detalles.
En la era digital en la que vivimos, los niños están cada vez más expuestos a pantallas de dispositivos electrónicos desde una temprana edad. Una nueva investigación científica quiso saber qué implicancias podría tener este accionar presente en el futuro de estas personas. ¿Qué menciona el estudio?
Liderado por destacados expertos en el campo de la psicología infantil, han generado un debate en la comunidad científica y entre padres preocupados por el bienestar de sus hijos. ¿Cómo afecta realmente el tiempo frente a las pantallas al desarrollo cognitivo, emocional y físico de los niños?
Salud y desarrollo de los niños: el impacto de las pantallas en el desarrollo verbal infantil
Un estudio reciente publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) reveló preocupantes efectos de la sobreexposición a las pantallas en el desarrollo verbal de los niños. Este descubrimiento se dio luego de que investigadores australianos del Telethon Kids Institute, siguieran a más de 220 familias durante dos años, centrándose en niños de uno a tres años.
A través de un innovador dispositivo de reconocimiento del habla, apodado el «FitBit» lingüístico, los expertos monitorearon la exposición de los niños a ruidos electrónicos y evaluaron cómo el tiempo frente a las pantallas influía en sus interacciones sociales y aprendizaje lingüístico.
Los resultados indican que el aumento del tiempo frente a dispositivos electrónicos disminuye significativamente las oportunidades de aprendizaje lingüístico de los niños, con un impacto particularmente notorio en aquellos de tres años.
Se observó una marcada reducción en la adquisición de nuevas palabras y en la interacción verbal con sus padres. Mary Brushe, investigadora principal del estudio, destacó que este dispositivo permitió un seguimiento detallado de las palabras pronunciadas por, para y alrededor del niño, brindando evidencia concreta de cómo la exposición excesiva a las pantallas puede limitar el enriquecimiento lingüístico en el ambiente familiar.
El estudio encontró que los niños participantes pasaban casi tres horas diarias frente a una pantalla, superando ampliamente las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que recomiendan limitar el tiempo de pantalla a una hora diaria.
Este comportamiento resultó en una pérdida estimada de hasta 1139 nuevas palabras, una disminución en el uso de 843 palabras existentes y 194 conversaciones menos con sus padres. Estos datos subrayan la correlación directa entre el tiempo dedicado a las pantallas y la calidad de las conversaciones entre padres e hijos.
Los hallazgos destacaron la urgencia de integrar estrategias de manejo del tiempo de pantalla en programas destinados a fomentar el desarrollo temprano del lenguaje en los niños.
Angela Morgan, líder del grupo de habla y lenguaje en el Instituto Murdoch de Investigación Infantil, enfatiza que este estudio es el más sólido hasta la fecha en establecer una relación directa entre el tiempo frente a las pantallas y las interacciones entre padres e hijos.
Estrategias para moderar el uso de pantallas en niños
Frente a los desafíos presentados por la sobreexposición a las pantallas en el desarrollo infantil, es fundamental adoptar estrategias que ayuden a moderar su uso entre los más chicos.
Estas prácticas buscan a fomentar un desarrollo verbal saludable, y además también promover un equilibrio entre la tecnología y las interacciones humanas reales.
A continuación, se detallan algunas recomendaciones útiles para las familias:
- Establecer horarios fijos para el uso de dispositivos: definir momentos específicos del día para el uso de pantallas puede ayudar a limitar su exposición.
- Promover actividades sin pantallas: incentivar juegos al aire libre, la lectura de libros y las actividades artísticas son excelentes maneras de estimular la imaginación y el aprendizaje sin depender de la tecnología.
- Ser modelos a seguir: los adultos deben dar el ejemplo limitando su propio tiempo frente a las pantallas, especialmente durante las comidas y reuniones familiares.
- Crear zonas libres de pantallas: designar áreas específicas de la casa donde no se permitan dispositivos electrónicos puede fomentar más interacciones cara a cara.
- Fomentar el diálogo y la comunicación: priorizar conversaciones reales sobre el uso de dispositivos electrónicos mejora las habilidades verbales y fortalece los lazos familiares.
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