AUTOR: ÑANDUTI DIARIO DIGITAL
La iniciativa se llama Consorcio Global de Investigadores Quimiosensoriales (GCCR, por sus siglas en inglés) y comenzó a realizar un cuestionario en línea -traducido ya a 28 idiomas- a personas que sufrieron o aún padecen la enfermedad de la COVID-19.
A día de hoy, 2.000 personas ya rellenaron esta encuesta anónima, contestando a preguntas sobre el diagnóstico, sobre si han tenido capacidad de oler durante el período de enfermedad o si han constatado cambios en gustos específicos: dulce, salado o agrio.
El objetivo es que cada país logre recolectar como mínimo 113 encuestas, aunque seguro que «conseguimos muchas más», relata a Efe Paloma Rohlfs Domínguez, del departamento de Psicología y Antropología de la Universidad de Extremadura (UEX), en Cáceres (oeste).
El cuestionario se puede rellenar en la web del consorcio (https://gcchemosensr.org) en apenas unos 15 minutos.
¿POR QUÉ SE PIERDEN EL OLFATO Y EL GUSTO?
Rohlfs es una de las investigadoras españolas implicadas en este proyecto en el que -dice- científicos y médicos participan de manera voluntaria; el objetivo, conocer sobre todo si la pérdida de olfato (anosmia) y de gusto (ageusia) se repite en los pacientes e intentar avanzar en comprender por qué sucede esto.
«Para que la ciencia pueda avanzar es necesario disponer de datos de la población», señala esta investigadora, para quien es esencial que los ciudadanos participen aportando información de sí mismos, por ejemplo, a través de cuestionarios en línea como el de GCCR.
A su juicio, la concienciación de la población sobre la importancia de participar en estudios científicos es clave para avanzar en el conocimiento de la COVID-19 y de otras enfermedades, y esta colaboración debería aumentar: para ello es necesario educar a la ciudadanía desde etapas escolares tempranas, apunta Rohlfs.
La iniciativa está liderada por la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos), institución que centralizará todos los cuestionarios: una vez recopilados los datos de miles de pacientes se hará un análisis global sobre la pérdida del olfato y/o gusto y, previsiblemente, por cada uno de los países participantes.
Científicos y médicos trabajando en esta iniciativa de manera voluntaria pero no se descarta que soliciten financiación a distintas entidades para su investigación.
Aunque todo dependerá de la duración de la pandemia, se prevé que el proyecto dure entre tres y seis meses, tiempo en el que los investigadores esperan sacar conclusiones sobre este asunto.
La pérdida del olfato parece repetirse entre los pacientes de la COVID-19 y la pérdida del gusto también, aunque con menor fuerza. No obstante, es necesario más trabajo investigador para extraer conclusiones más fiables.
«Investigadores del olfato y del gusto y médicos de más de 40 países hemos decidido unirnos para estudiar cómo, cuándo y por qué sucede esto y qué puede decirnos dicha pérdida del olfato y del gusto sobre el coronavirus SARS-CoV-2», resume Paloma Rohlfs.
Por parte española, además de investigadores de la UEX, participan expertos de otras siete universidades y centros de investigación de todo el país.