Hallazgo argentino: el ADN subsiste millones de años

Inicio » Ciencias » Hallazgo argentino: el ADN subsiste millones de años

– Fuente: http://www.lanacion.com.ar/02/04/02/sl_385436.asp – 


Cuenta la leyenda que cuando el sabio griego Arquímedes descubrió que todo cuerpo desplaza una cantidad de agua proporcional a su volumen salió del baño profiriendo gritos de «¡Eureka! ¡Eureka!» (¡Lo encontré! ¡Lo encontré!).

Para el doctor Víctor Grignaschi, uno de los fundadores de la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador, profesor de bioquímica en la UBA, hematólogo y autor de obras de su especialidad, ese singular momento del descubrimiento se produjo en la cocina de su casa.

«Tomé un trozo de hueso de dinosaurio y lo introduje en un vaso con ácido clorhídrico a baño de María -cuenta-. Lo controlé muy bien con un termómetro puesto dentro del vaso, porque no podía pasar de sesenta o sesenta y un grados, como máximo, ni de cincuenta y nueve, como mínimo. Se produjo una reacción tumultuosa. Empezó a hervir y lo dejé allí siete minutos exactos. Luego, lo lavé con agua y lo sometí al reactivo de Schiff.»

Frente a sus ojos, la porción del hueso fosilizado que correspondía a la médula ósea tomó un color rojo pleno. Esa reacción -conocida como reacción de Feulgen – le permitió comprobar que el ácido desoxirribonucleico o ADN, es decir, la molécula que contiene las instrucciones genéticas para producir todas las formas de vida, se conserva no cientos, ni miles, sino decenas de millones de años. «Esto se ignoraba», exclama, entusiasmado, el científico.

Grignaschi, que como hematólogo utilizó durante muchos años la reacción de Feulgen para clasificar células sanguíneas afectadas de leucemia, sólo recientemente se interesó por la paleontología. Fue a raíz de la invitación de uno de los más destacados paleontólogos argentinos, el doctor José Bonaparte.

«Fue una circunstancia casual -cuenta-. La doctora Susana Calabria, que me conocía del Hospital Naval, acababa de jubilarse y, como es una mujer llena de inquietudes, se ofreció para trabajar ad honórem en el Museo Argentino de Ciencias Naturales «Bernardino Rivadavia», en el ordenamiento bibliográfico de la sección Paleontología, de la que es jefe precisamente Bonaparte. En ocasión de uno de sus hallazgos, ella le sugirió que averiguaran qué pasaba dentro de esos huesos. Ahí fue cuando le habló de mí.»

Así fue como el doctor Grignaschi se avino a participar de una reunión. «Yo les aclaré que de fósiles no sabía nada -recuerda-. Pero se me ocurrió una idea.» Basándose en datos existentes sobre la conservación del ADN en momias de entre tres mil y cuatro mil años de antigüedad, el científico se propuso investigar el ADN de los gigantes prehistóricos.

Fue entonces cuando se puso a trabajar con muestras de decenas de millones de años de antigüedad. Seccionó y pulió partes del tejido óseo, y las sometió al veredicto de la reacción de Feulgen.

«La de Feulgen es una reacción química que se produce sobre la base de fucsina decolorada por anhídrido sulfuroso -explica-. Es sumamente específica: en presencia de tejido que contiene ADN, lo tiñe de color rojo fucsia. Es la primera vez que se descubre que el ADN puede subsistir tantos millones de años.»

¿Entonces, se podría crear un dinosaurio completo partiendo del ADN recuperado de los huesos fósiles, tal como plantea la ciencia ficción?

Según el científico, no. El ADN presente en esos restos también está fosilizado y, a pesar de que existe una técnica que permite recomponer la molécula, sólo se puede obtener ADN completo, pero no vital.

«Fantasías como la de Michael Crichton, que planteaba que podría crearse un parque jurásico a partir de ADN fósil son solamente eso, fantasías. Pero esos escenarios de dinosaurios corriendo a la gente… bueno, nada de eso es posible.»

En la literatura consultada por los científicos no se encuentra mención de la demostración de la persistencia del ADN en los huesos fósiles de dinosaurio. Esta sería, entonces, la primera comprobación.

«Esto abre camino a otras investigaciones complementarias -dice Grignaschi-, como la determinación de distintas formas muy antiguas de vida, entre las cuales hay especies de millones de años, y su vinculación con las de la actualidad; es decir, que se podría intentar determinar un árbol filogenético. Tal vez en el futuro se podrán verificar los aforismos de Lavoisier (Nada se pierde, todo se transforma), y de Darwin (Evolución adaptada al medio), a través del estudio de animales actualmente vivos que suponemos descendientes o vinculados con los dinosaurios.»

Por Nora Bär – De la Redacción de LA NACION                                                  



La Agencia de Marketing Way2net nos provee servicios de Marketing Digital, Posicionamiento Web y SEO, Diseño y actualización de nuestra pagina web.