Frente al temor de Estados Unidos que acaba de emitir un manual para la gobernanza de los recursos de energía en plena guerra comercial con China, el insaciable apetito del gigante asiático por el litio no preocupa a los expertos que consideran que se trata de un posicionamiento estratégico más que un peligro hegemónico.
Como ya lo hizo en otros sectores estratégicos, China ha desembolsado miles de millones de dólares para comprar activos en empresas productoras de Australia, Argentina, Chile, México o Bolivia, y desarrollar una competitiva industria de baterías de ion litio para vehículos eléctricos en la transición a las energías limpias en plena crisis climática.
La demanda china está creciendo «porque saben que deben suministrar litio a su demanda interna; también es un punto estratégico para ellos», dice a la AFP Daniela Desormeaux, fundadora y directora de la consultora chilena especializada en minería Signumbox.
La experta considera que este insaciable apetito no representa un peligro de hegemonía del gigante asiático.
Principales cifras del mercado del litio en el mundo. AFP
«Mediante adquisiciones, los chinos están ingresando a la propiedad de muchas empresas, pero considerando que los recursos de litio están bien dispersos en el mundo no lo veo como que ellos vayan a controlar el mundo», asegura al margen de la reunión de la 11ª Conferencia de Mercados y Suministro de Litio realizada en Santiago.
Según las estimaciones planteadas en este encuentro, que reunió a los máximos representantes del sector, la demanda de litio se triplicará en los próximos cinco años desde las actuales 300.000 toneladas de carbonato de litio equivalente a un millón de toneladas, catapultada por la electromovilidad.
La industria de autos eléctricos, que vende hoy cerca de 100 millones de unidades, con una penetración que alcanzaría al 3%, se incrementaría el 10% del mercado mundial en 2025. En China, representará el 15%.
«Todos los países que tienen tasa final de consumo alta buscan un abastecimiento que también sea importante, por razones estratégicas», justifica Juan Carlos Guajardo, de la consultora Plusmining.
Pero a la vista de las cifras, no todos están de acuerdo con el análisis de los expertos citados. Chile, Australia y Argentina producen alrededor del 80% del litio mundial. Con «80% en tres países, no está tan diversificado el mercado», dice a la AFP Gustavo Lagos, profesor de minería de la Universidad Católica.
La penetración en estos recursos estratégicos en estos países es elocuente. Australia es el líder mundial en la producción de litio, que envía principalmente a China, también presente en la propiedad de gran parte de los yacimientos.
El año pasado, la china Tianqi ingresó a Chile con la compra del 24% de la minera SQM, una de las mayores productoras mundiales de litio, en una operación por la que desembolsó más de 4.000 millones de dólares.
Bolivia, que cuenta también con grandes recursos todavía no explotados, firmó recientemente un acuerdo con la empresa china Xinjiang Tbea Group-Baocheng para la construcción de ocho plantas de litio en los salares bolivianos de Coipasa y de Pastos Grandes, con una inversión de 2.390 millones de dólares.
En Argentina, la minera china Tibet Summit Resources (TSR) anunció una inversión de 180 millones para la extracción de litio desde la provincia argentina de Salta y en México, la minera Bocanora firmó en mayo un acuerdo con el productor chino Ganfeng para la explotación del proyecto Sonora, solo por mencionar algunas de las adquisidores chinas más recientes.
Estados Unidos lanzó este martes la «Iniciativa de gobernanza de los recursos de energía», que definió como un esfuerzo diseñado para promover una gobernanza sólida del sector minero y ayudar a los países a explotar sus reservas de litio, cobre o cobalto, según una descripción del Departamento de Estado.
«El incremento de la demanda de energías renovables, los vehículos eléctricos y baterías para el almacenamiento del tecnologías creará una demanda sin precedentes por fuentes de energía mineral«, afirma el documento, advirtiendo que «la dependencia de cualquier fuente aumenta el riesgo de interrupciones en el suministro».
En el plan, Estados Unidos se compromete a compartir experiencia con otros países para ayudarles a descubrir y desarrollar sus recursos, y asesorarlos sobre marcos de gestión para hacer más atractivas a su industria para inversores internacionales.
El litio se suma a las tierras raras, un conjunto de 17 elementos químicos esenciales para fabricar desde teléfonos inteligentes, hasta cámaras, televisores de alta definición o baterías. El 95% de la producción la concentra China.
Estados Unidos reveló hace una semana un plan para garantizarse el abastecimiento de estos minerales estratégicos, y que China ha esgrimido como arma en medio de la guerra comercial desatada por el mandatario estadounidense Donald Trump.