Fuente: Tendencias 21
Un nuevo estudio ha descubierto que la activación de ciertas neuronas de la amígdala central puede suprimir las respuestas inadecuadas al miedo. Una serie de microcircuitos neuronales regula la forma en la cual el miedo logra afectarnos.
Científicos de la Universidad de Berna y del Instituto Friedrich Miescher en Basilea han identificado un grupo de neuronas localizadas en la amígdala central que son capaces de regular nuestras respuestas al miedo. En determinadas condiciones, pueden reducir el impacto negativo del miedo, que lleva a distintos trastornos psicosociales, como por ejemplo la ansiedad.
El miedo es una emoción primaria que se genera ante la presencia de un posible peligro, y que en ciertas situaciones puede ser positiva para mantenernos a resguardo. Sin embargo, también puede estar motivada en percepciones deformadas de la realidad, que producen una angustia extrema sin una base real y concreta. En esos casos, la persona puede caer en profundas crisis de ansiedad y llegar incluso a la depresión.
En Europa, alrededor del 15 por ciento de la población se ve afectada por trastornos de ansiedad, generados a partir de respuestas exageradas al miedo que provocan traumas, estrés y otros problemas psicológicos. Las terapias suelen ser ineficientes, porque se carece de una comprensión neurobiológica detallada del miedo y sus consecuencias.
El rol de la amígdala
Ahora, los investigadores suizos a cargo del nuevo estudio han descubierto que las neuronas en la amígdala central son altamente adaptables y esenciales para suprimir el miedo: forman microcircuitos neuronales que pueden amplificar o reducir las respuestas relacionadas al miedo, como el estrés o la ansiedad.
La amígdala cerebral está conformada por un conjunto de neuronas profundamente relacionadas entre sí: actúan como un todo y dan lugar a una estructura anatómicamente diferenciable. Su forma es similar a una almendra e integra el sistema límbico, un grupo de estructuras que dirigen las emociones y el comportamiento.
Aunque ya se sabe que la amígdala tiene un papel central en respuestas emocionales como el miedo, no se habían identificado hasta el momento las neuronas específicas que podían llegar a detenerlo y en la zona de esta estructura en la cual se ubicaban. El descubrimiento brinda un mayor conocimiento sobre los mecanismos cerebrales que subyacen a las respuestas provocadas por el miedo.
Neuronas en disputa
En la investigación, que fue publicada en la revista Nature Communications, los especialitas estudiaron el sistema de «enfrentamiento» neuronal que regula el miedo: un mecanismo de «tira y afloje» mediante el cual algunas neuronas activan la sensación ligada al miedo y otras la reprimen. Cuando el sistema funciona en armonía, el miedo solamente aparece cuando es realmente necesario, pero los problemas surgen si el mecanismo se desequilibra.
Según una nota de prensa, los científicos comprobaron en modelos animales que en la zona central de la amígdala existen microcircuitos neuronales «especializados» en el miedo. Si estos circuitos se reprimen o anulan, conducen a un comportamiento de miedo duradero y patológico. Sin embargo, cuando se activan el comportamiento vuelve a la normalidad y el miedo solamente aparece si es necesario.
Los investigadores concretaron este descubrimiento a través de una técnica denominada optogenética, que permite controlar algunas reacciones neuronales aplicando pulsos de luz. De esta forma, pudieron identificar una población de neuronas dentro de la amígdala central que genera una enzima específica, destinada a regular las sensaciones ligadas al miedo.
Teniendo en cuenta que en los seres humanos el desequilibrio de este sistema puede desembocar en enfermedades psicosociales como la ansiedad o los ataques de pánico, el nuevo paso de este grupo de especialistas será comprobar si el mecanismo verificado en animales puede trasladarse al ámbito humano. De ser así, podría iniciar una serie de nuevos tratamientos más eficaces contra este tipo de patologías.
Referencia
Central amygdala micro-circuits mediate fear extinction. Nigel Whittle, Jonathan Fadok, Kathryn P. Macpherson, Robin Nguyen, Paolo Botta, Steffen B. E. Wolff, Christian Müller, Cyril Herry, Philip Tovote, Andrew Holmes, Nicolas Singewald, Andreas Lüthi and Stephane Ciocchi. Nature Communications (2021).DOI:https://doi.org/10.1038/s41467-021-24068-x