A fines de febrero, Israel anunció que entraba en carrera para el desarrollo de una vacuna oral contra el nuevo coronavirus a partir de una utilizada en aves de corral. Y en las últimas horas, el Instituto Migal (Instituto de Investigación de Galilea), situado en Kiryat Shmona, confirmó que el 1° de junio comenzará con las pruebas en humanos, según publicó el diario The Jerusalem Post.
«Estamos en las etapas finales y dentro de unos días retendremos las proteínas, el componente activo de la vacuna«, dijo el doctor Chen Katz, líder del grupo de biotecnología del Instituto Migal (Instituto de Investigación de Galilea), anticipando que las pruebas en humanos comenzarán en dos meses.
A finales de febrero, Migal se comprometió a completar la producción de su vacuna dentro de las tres semanas y tenerla en el mercado en 90 días. Katz dijo que se retrasaron un poco porque la construcción genética del virus que ordenaron de China se demoró más de lo esperado debido a que las vías aéreas se cerraron y tuvieron que redirigirse.
¿Cómo fue que se desarrolló tan rápido una posible vacuna de un virus nuevo? La verdad es que los científicos pasaron los últimos cuatro años desarrollando una cura para el virus de la bronquitis infecciosa (IBV), que causa una enfermedad bronquial que afecta a las aves de corral. A raíz de la expansión de la pandemia del nuevo coronavirus, la investigación se trasladó al COVID-19 porque «los investigadores de Migal lo examinaron y descubrieron que el coronavirus de las aves de corral tiene una gran similitud genética con el humano, y que utiliza el mismo mecanismo de infección, lo que aumenta la probabilidad de lograr una vacuna humana eficaz en un período de tiempo muy corto», según señaló Katz.
«Para asegurarse de que se acerquen a la fecha límite establecida por ellos mismos -explica The Jerusalem Post-, Migal está trabajando simultáneamente con los reguladores relevantes para garantizar que el producto se considere seguro para los ensayos en humanos». «La calidad de este tipo de vacuna (oral) debería estar más cerca de las regulaciones alimentarias que las regulaciones farmacéuticas o en algún punto intermedio. Esperamos no tener que pasar por el proceso completo de purificación como en la industria farmacéutica, porque eso podría retrasarnos”, advirtió el científico.
El grupo también comenzó pruebas en ratones para apoyar sus pruebas previas en pollos. Mientras que los ensayos en fase I en humanos se realizarían en «individuos jóvenes y sanos» y que probablemente se expandirían a la población general. El grupo, que está financiado en parte por una subvención de 30 millones de NIS del Ministerio de Ciencia y Tecnología, está en contacto con el Ministerio de Salud, dijo, y señaló que «la tecnología inteligente, la gente sabia tenemos todo lo que necesitamos en Israel». Él cree que la vacuna estará primero disponible en el estado judío.
Según Katz, cerca de 100 equipos de investigación en todo el mundo se centran actualmente en desarrollar una vacuna o tratamiento para el nuevo virus, incluidos varios en Israel. El martes, por citar uno, el Instituto de Investigación Biológica de Israel (IIBR) le indicó a la agencia de noticias Reuters que había comenzado a probar un prototipo de vacuna COVID-19 en roedores en su laboratorio. La orden de unirse a la lucha se la dio el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.
Fue desde la oficina de Netanyahu, justamente, que informaron que el director de IIBR, Shmuel Shapira, había logrado «un progreso significativo» en el diseño de un prototipo de vacuna y que el instituto «ahora está preparando un modelo para comenzar un ensayo con animales».
El mundo ahora mira a Israel para tener la herramienta más efectiva y segura para protegerse del virus. Mientras tanto, solo se puede prevenir con el aislamiento social y el lavo de manos recurrente.
