Con la señal de alerta máxima encendida respecto de la salud del planeta, quedó inaugurada este lunes en Madrid la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas, una conferencia anual que lleva medio siglo combatiendo el calentamiento global y que este año es tan imperativa como decisiva.
Bajo el lema Tiempo de actuar, esta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la COP25, exige un urgente cambio de rumbo por parte de los países para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global.
Con la meta de lograr neutralizar las emisiones de carbono para 2050, la apertura del foro político internacional estuvo a cargo del secretario general de la ONU, António Guterres y del presidente del gobierno en funciones de España, Pedro Sánchez. Madrid es anfitriona de esta cumbre que debía celebrarse en Santiago de Chile pero que, hace tres semanas, el gobierno de Sebastián Piñera suspendió ante las masivas manifestaciones que continúan a desestabilizar su gobierno.
Chile conservó, sin embargo, la presidencia de la Cumbre que asumió la ministra de Medio Ambiente de Chile, Carolina Schmidt. La funcionaria presentó un video con un mensaje de Piñera donde, desde Chile, justificó su ausencia: “Hemos vivido una ola de violencia criminal que hemos enfrentado con los instrumentos democráticos”, dijo Piñera en el video donde, además, admitió “una gran y legítima demanda ciudadana por una justicia social y un nuevo pacto social que estamos enfrentando con acuerdos para una nueva Constitución”.
“Estoy seguro de que la humanidad sabrá superar esta crisis climática -dijo Piñera-. Necesitamos compromisos climáticos mucho más ambiciosos. La naturaleza nos está implorando que la cuidemos.” La inauguración de esta COP25, de la que participan 197 países, contó con la presencia de 51 presidentes y jefes de Estado que escucharon el diagnóstico del director general del Panel Intergubernamental contra el Cambio Climático (IPCC), el surcoreano Hoesung Lee, quien aseguró que “el cambio climático va a seguir acentuando la pobreza”.
A su turno, el secretario de la ONU no evitó lamentar que “en varias regiones del mundo, se siguen construyendo centrales de carbón. Hay que parar esta adicción al carbón -exhortó Guterres-. Estamos lejos de un modelo sostenible”.
“Los últimos datos muestran que los niveles de gases de efecto invernadero han llegado a otro récord”, insistió. “Las consecuencias ya se sienten, con más huracanes, más sequías, más incendios. Los casquetes polares se están derritiendo”, planteó el secretario de la ONU.
Pedro Sánchez, anfitrión de la COP25, señaló que “el progreso, si no es sostenible, no merece ser llamado progreso”.
“Alcanzar la neutralidad climática en 2050 requiere audacia desde un nuevo multilateralismo. Nadie puede sustraerse por su cuenta a ese desafío -dijo Sánchez-. La ambición siempre fue uno de los motores del espíritu humano. Tuvimos ambición para explorar los confines del espacio.
Tuvimos ambición para desafiar los límites del conocimiento científico.
Tengamos también la ambición para preservar el frágil equilibrio que permite la vida en el único hogar que tenemos, que es nuestro planeta.”
Luego de la foto de familia en la que posaron todos los presidentes y jefes de Estado que participaron en la inauguración, Sánchez fue el moderador del panel en la que los mandatarios expusieron, en tres minutos, la situación particular y los compromisos individuales de cada nación para lograr cumplir los objetivos planteados en los acuerdos de París en 2015 y lograr que en 2050 las emisiones de carbono sean nulas.
El presidente Mauricio Macri, que sobre el final de su mandato llegó este lunes muy temprano a Madrid y se quedará poco más de 24 horas, se comprometió a alcanzar esa nulidad carbónica.
“En 2015 las energías renovables, excluyendo la hidroelectricidad de gran porte, aportaban menos del 1 por ciento de la generación de electricidad nacional. Este año superamos el 8 por ciento, en 2025 alcanzaremos el 20 por ciento y proyectamos que para 2040 la generación eléctrica de Argentina va a ser libre de emisiones de gases de efecto invernadero”, dijo Macri.
Los grandes ausentes en este foro internacional son el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y Jair Bolsonaro, presidente del país que atesora el gran pulmón del planeta y que renunció a organizar esta cumbre que luego pasó a manos de Chile y, finalmente, a España. Tampoco China ni Rusia participan en la conferencia.
El primer día de esta Cumbre del Clima, concentrado en la participación de los mandatarios que vinieron a confirmar su compromiso en la lucha contra el calentamiento global, trazó el escenario catástrofe que enfrenta el planeta. La estación de subte que lleva hasta IFEMA, el predio de la Feria de Madrid donde se está celebrando la COP25, está empapelada de ejemplos alarmantes de la consecuencia del cambio climático que se resume en una idea: esto ya no es un cambio, es una emergencia.