Fuente: Cronista
Un nuevo estudio se enfoca en los anticuerpos nasales contra el Covid-19 que tiene el organismo y pide la masificación de las «vacunas» en spray para reforzar la barrera que impide la entrada del virus al cuerpo.
El Ministerio de Salud de la Nación informó este lunes que se registraron más de 60.000 nuevos casos de Covid-19 en el país en la última semana y ya se habla de una nueva ola del virus impulsada por subvariantes de Ómicron.
Dado que el país registra 9.8 millones de contagios confirmados desde el inicio de la pandemia, vuelve a surgir la preocupación en torno a las reinfecciones: miles de individuos que ya pasaron la enfermedad la vuelven a sufrir.
Ante esto, investigadores del Reino Unido analizaron la duración de los anticuerpos naturales tras sufrir SARS-CoV-2 y revelaron interesantes datos sobre la inmunidad que genera haber sufrido la enfermedad y cuánto dura esta.
Según el estudio, publicado en la revista científica eBioMedicine, hay dos tipos de protección: una en sangre y otra en las fosas nasales. Luego de una infección, los primeros anticuerpos duran al menos un año, mientras que los segundos caen nueve meses después de la enfermedad.
El análisis del Imperial College de Londres y la Universidad de Liverpool indica, además, que la inmunidad generada ante una infección con la variante Ómicron tiende a durar menos y que es esencial la aplicación de vacunas para mantener este efecto.
COVID-19: EL ROL DE LOS ANTICUERPOS NASALES Y LAS VACUNAS EN SPRAY
Los anticuerpos nasales son esenciales en la prevención del Covid-19 en el organismo y su rol es distinto al de los sanguíneos, los cuales se dedican a luchar contra el virus una vez que este ingresa al organismo.
En contraste, esta inmunidad generada por anticuerpos presentes en el líquido nasal -inmunoglobulina A o IgA- actúan como una barrera preventiva de primera línea ante la presencia del SARS-CoV-2 en el aire: al ingresar el virus por vía respiratoria, estos son los primeros en actuar para suprimirlo y que no ingrese en las células.
Respecto a la vacunación tradicional, los científicos descubrieron que esta no tiene ningún efecto sobre los anticuerpos nasales, aunque sí sobre los generados en la sangre, los cuales combaten el virus y previenen cuadros graves y fallecimientos una vez que este se encuentra dentro del organismo.
La investigadora Felicity Liew, del Instituto Nacional del Corazón y los Pulmones del Imperial College de Londres, destacó que su trabajo «reveló respuestas inmunitarias duraderas tras la infección y la vacunación» y enfatizó el descubrimiento más importante de este: que los anticuerpos nasales clave duran menos que los de la sangre.
«Mientras que los anticuerpos sanguíneos ayudan a proteger contra la enfermedad, los anticuerpos nasales pueden prevenir la infección por completo«, repasó. Y destacó que este dato «podría ser un factor importante detrás de las infecciones repetidas con el coronavirus SARS-CoV-2 y sus nuevas variantes».
Frente a esto, los científicos insisten no solo con la vacunación tradicional contra el SARS-CoV-2, elemento esencial para prevenir infecciones graves, sino también con el uso generalizado de los sprays nasales que refuerzan la barrera de entrada de los microorganismos al cuerpo.
Así lo pide Peter Openshaw, coautor del estudio: «Nuestros resultados ponen de manifiesto la necesidad de vacunas en aerosol nasal capaces de potenciar estos anticuerpos locales en la nariz y los pulmones».
Tal como indica el especialista, «estas vacunas podrían evitar que las personas se infectaran con el coronavirus y reducir la transmisión del virus entre personas«, una herramienta esencial para «controlar mejor la pandemia y detener la aparición de nuevas variantes».
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