Genomicas
El temor hace que los gusanos se vuelvan amigablesGenomic revela por qué algunos gusanos prefieren comer en compañía
Autor: Helen Pearson
Algunos gusanos comen en compañía. El temor, más que el sentimiento de fraternidad, puede llevarlos a almorzar juntos, sugiere la investigación sobre los genes del sistema nervioso recientemente descubiertos. Que unos pocos genes puedan tener un efecto tan profundo sobre la conducta de proveerse de alimento fue un tema para pensar esta semana en el Primer Simposio Anual sobre Neurogenómica, llevado a cabo en Chapel Hill, North Carloina.
Coloquemos en un plato con bacterias Escherichia coli, a ascárides británicos (Caenorhabditis elegans) esparcidos y comiendo solos. Las cepas alemanas y australianas se agrupan y comen juntas. Un cambio diminuto en un gen, que codifica un receptor celular, transforma en sociales a los gusanos solitarios, dijeron Cornelia Bargmann y sus colegas de la Universidad de California en San Francisco a los 500 delegados de la conferencia.
Usando chips que tienen datos de 2.100 genes del sistema nervioso, se comparó el grupo con otros genes que estaban activos en gusanos amigables y solitarios – y se determinaron 73 diferencias. “Parece haber un cambio global en el sistema nervioso“, dice Bargmann.
Los genes afectan la confianza: para un gusano, las bacterias huelen a temor. “Los gusanos comen E. coli solamente porque se ven forzados a ello – estas huelen horrible,” explica Bargmann. Cuando son arrojados sobre un plato de bacterias malolientes, los gusanos “sociables” se agrupan porque se sienten amenazados, los gusanos solitarios, tienen más confianza.
De las 73 diferencias genéticas, muchas funcionan en sinapsis, las conexiones entre células nerviosas, han observado Bargmann y sus colaboradores. Juntos, pueden alterar la reacción del gusano a los olores de los alimentos fétidos (bacterias) y feromonas (pequeñas señales de otros gusanos).
“Existen trazos complejos en los gusanos al igual que en las personas,” dijo Bargmann. Considera que su trabajo ilustra en qué forma el estudio de los genomas puede arrojar luz sobre el comportamiento humano. “Uno puede tomar algo como inicialmente borroso como un patrón de comportamiento y analizar sus componentes (moleculares), “ dijo Bargmann.
Antes, los neurocientíficos que estudiaban una conducta o enfermedad habrían estudiado un gen durante años: ahora, con los métodos genómicos de alto rendimiento, pueden hacer rápidamente miles de screenings. Se ha eliminado un cuello de botella, dice Stephen Strittmatter, que trabaja en regeneración nerviosa en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale. “Esto abre el camino a nuevas técnicas.”
Usar la genómica significa que “realmente se ha encontrado la pauta del cambio”, acepta Gerald Fischbach, neurólogo de la Universidad de Columbia. “El cerebro es el objeto más complejo del Universo conocido – no llegaremos a conocer sus secretos más profundos durante este milenio.”.
Traducción: Liliana Storinoe-mail: lstorino@advancedsl.com.ar