Tendencia: aumenta el consumo de cocaína y methanfetamina (La Nación , 9 de Octubre, 2000)
El uso de ciertas drogas hace eclosión entre los trabajadores de la alta tecnologíaLOS ANGELES- A los 26 años, Aaron Bunnell estaba en la cresta de la ola de la nueva economía. Hijo de uno de los barones de la tecnología informática, Bunnell convirtió al nuevo web site www.upside .com en un prestigioso sitio de noticias en Internet y atrajo a los trasnochadores estimulados con cafeína y otras sustancias aún más fuertes.
Cuando no estaba trabajando 100 horas por semana compartía con la elite de Silicon Valley todo tipo de eventos sociales, moviéndose siempres en la extendida pasión por el nuevo dinero, en la región norte de California.
La ola del dot.com se le ocurrió a Bunnell a mediados de julio en un viaje de negocios entre San Francisco y Nueva York, cuando los largos días de trabajo en una nueva empresa se mezclaban con largas fiestas, terminando el 16 de julio con una intoxicación mezcla de alchol, Valium y heroína.
Un mozo del elegante hotel Waldorf Astoria, ubicado en el corazón de Manhattan, lo encontró muerto en la habitación 1443 a la mañana siguiente, tirado sobre la cama con una botella de champagne vacía a su lado.
«Yo creo que mi hijo es una víctima del boom dot.com» manifestó David Bunnell 53, jefe ejecutivo de Upside Media, que publica revistas de tecnología industrial impresas y por internet. «Yo sabía que estaba bebiendo mucho y tomando estimulantes para permanecer despierto. No pensé que el problema fuera tan grave. No lo ví.»
Como las olas de droga que barrieron lugares como Haight-Ashbury en los 60 y Wall Street en los 80, el uso de droga ha encontrado un nuevo y entusiasta hogar en los centros de la tecnología. La revolución digital ha transformado el norte de California en un valle de gente rica donde se alimentan las esperanzas de transacciones rápidas, autos más veloces y los chips para computadoras más rápidos del mundo.
Pero la combinación de exceso de riqueza, ambición y un sentido juvenil de invulnerabilidad ha creado el campo fértil para las tensiones más peligrosas de la sociedad.
Mientras la actividad de las drogas ilícitas disminuye en toda la nación, el uso de ciertas drogas -partícularmente la methamfetamina y el polvo de cocaína- hace eclosión entre los trabajadores de la alta tecnología, según lo establecen entrevistas con expertos en dependencias químicas, programadores en computación, ejecutivos de tecnología y ex adictos.
«Las drogas son el secreto inconfesable del mundo del dot.com» aseguró el Dr. Alex Stalcup, director médico del New Leaf Treatment Center en Concord, California, de cuyos pacientes el 40 % provienen del mundo de la tecnología.
«En realidad tiene sentido», agregó. «Hay tanto dinero, tantas largas horas, tanta presión en el trabajo. Es la velocidad para lograr los objetivos lo que cuenta, entonces utilizan la coca para actuar y luego la heroína para tranquilizarse.»
Signos elocuentes
Es demasiado pronto para encuestas formales que cuantifiquen el problema, pero existen signos evidentes de una proporción creciente.
Las fuerzas antinarcóticos del Condado de San Mateo, California, por ejemplo, ha capturado 173 % más de cocaína entre 1995 y 1999, mientras que la cantidad de methamfetamina se ha disparado al 678 %.
En el Condado de Wise, Carolina del Norte, centro del triángulo de investigación tecnológica, la policía ha visto incrementar la cantidad de methamfetamina en más de 6000% entre 1997 y 1999, mientras que los agentes confiscaron 45% más cocaína.
Y la semana pasada la guardia costera anunció haber capturado el récord de 56.656 kilogramos de cocaína en el año último.
La gente joven que es vital para la industria de alta tecnología apenas comenzaba a caminar cuando a fines de los 70 y principios de los 80 se produjo la epidemia de cocaína y ahora son ellos los que repiten los errores del pasado.
El número de gente entre 19 y 28 años que manifiesta consumir cocaína aumentó en un tercio entre 1994 y 1999, según descubrió el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan. Y un número cada vez mayor de jóvenes trabajadores tecnológicos buscan tratamiento por adicciones.
Mientras la mayoría de los jóvenes dot. com evitan las clínicas públicas y los programas de 12 pasos como Cocainómanos Anónimos, se vuelcan cada vez más a centros de tratamiento en Silicon Valley, Los Angeles y Nueva York.
Los médicos que llevan adelante estos programas aseguran que el número de pacientes de la industria de la computación que atienden ha crecido exponencialmente respecto a hace dos años, cuando todavía la industria no estaba tan extendida.
Es fácil esconder cualquier cosa menos los problemas extremos, afirman los expertos médicos. Muchas empresas tecnológicas del norte de California, temiendo perder a muchos de sus empleados, no les realizan más tests por drogas.
Entre los empleadores de la industria tecnológica de Silicon Valley, solamente el fabricante de chips Intel escruta a sus posibles empleados en busca de sustancias ilegales.
Semanas después de la muerte de su hijo, David Bunnell dejó de aplicar ese tipo de tests en su política de selección de nuevo personal. «Lo que la gente hace en su tiempo libre, en su ámbito privado o en sus propias casas, no es problema nuestro» dijo. «Nosotros tenemos una política por la cual no queremos que la gente quede atada a su trabajo, pero hay mucho que hacer acá. No hay tiempo para atrasarse».
Como pedir un martini
«Todos tienen coca, especialmente allá en el norte» asegura un jefe ejecutivo de una dot.com situada en Los Angeles y recientemente abierta en San Francisco y agrega, «Es como pedir un martini, no es gran problema»
Los trabajadores de la tecnología dicen que la cocaína se utiliza con otras drogas habituales en fiestas y «clubs», tales como el Ecstasy y el GHB, su impredecible primo líquido. Según los expertos también el Speed tiene mucha aceptación, aún en horas de trabajo.
«Veo a programadores que comienzan su día mezclando meth en sus tazas de café, comentó la reverenda Katherine O`Connell, psicóloga clínica y ministra inter religiosa de Capitolia, California, que ha tratado a miles de empleados de la alta tecnología, políticos y ejecutivos por adicción a las drogas desde 1970.
«Toda su vida social gira alrededor de la laboral», manifestó. «Si hay uso de drogas en el trabajo, entonces muy posiblemente la hay cuando se divierten».
Los expertos dicen que la combinación tóxica que encontró la oficina del médico forense en el cuerpo de Aaron Bunnell -alcohol, Valium y heroína- sugiere el abuso de estimulantes durante largo tiempo, tales como la methamphetamina y la cocaína, a pesar de que ellas no fueron la causa directa de su muerte. El médico calificó la muerte de Bunnell de accidental por intoxicación aguda.
El Dr. Stalcup del Centro de tratamiento New Leaf dijo refiriéndose a los que utilizan estimulantes, «Casi el 100% comienza tomando depresores- alcohol, Valium o heroína- para poder dormir». Pero declinó hablar sobre el caso específico de Bunnell.
Si bien no hay estadísticas que demuestren que la droga y el alcohol afectan a los empleados de la industria informática más que a la generalidad de la población, los expertos en tratamientos por drogadicción aseguran que dichos empleados son más susceptibles debido a causas laborales, que por ejemplo, los de Hollywood o Wall Street.
El uso de drogas por parte de los ejecutivos en tecnología «hacen aparecer el boom de Wall Street y los excesos que implicaba, como un juego de niños» aseguró Nicholas Ney, psicólogo clínico y especialista en adicciones del Hospital de Menlo Par, California. «Pero el cálculo del daño recién comienza»
Fuente: La Nación (Octubre 9, 2000)