Fuente: Revista MD, Septiembre 1967
En cierta ocasión, Hipócrates comparó el ejercicio de la medicina con un drama en el que intervienen tres actores: el paciente , el médico , y la enfermedad. Quizás sea ésta la razón que explique porque la literatura y la medicina han marchado de la mano a través de los siglos, interesadas ambas en la vida y tribulaciones del ser humano.
Los escritores han abrumado a sus personajes con un sin fin de enfermedades, con objeto de incorporar crisis y conflictos a los argumentos de sus obras y a la inversa , los médicos, han utilizado su experiencia clínica como fuente de inspiración de sus obras literarias. Algunos autores se refirieron incidentalmente a enfermedades o accidentes en el desarrollo de su obra, otros intentaron hacer estudios detallados de los de los efectos que la enfermedad causa sobre el carácter.
Hablando en general ,cuando un escritor, trata de cierta enfermedad, la elección de ésta puede obedecer a tres razones distintas: conoce por experiencia dicha enfermedad, sigue la moda del momento o utiliza la enfermedad como un símbolo de la cultura de la época.
Homero reflejo las ideas médicas de los antiguos griegos demostrando al mismo tiempo poseer un profundo conocimiento de la traumatología en la Ilíada menciona con gran precisión más de 140 heridas de espada, lanza y piedra.
En la Edad Media, la peste que azotó a Europa impresionó profundamente a escritores como Bocaccio, que utilizó la epidemia que asoló a Florencia como telón de fondo de sus cuentos del Decamerón .
Las enfermedades venéreas ejercieron, durante siglos, una gran influencia sobre la literatura. Cervantes clamó contra este azote público, Shakespeare mencionó estas enfermedades por lo menos en siete de sus obras.
Al preguntársele a Thomas Sydenham, uno de los médicos más famosos, del siglo XVII, qué convenía leer para aprender medicina, recomendó Don Quijote, expresando así su humanismo y al mismo tiempo su desdén por la pedantería de que estaban llenos los libros de texto.
El Caballero de la Mancha tenia por cierto que uno de los principales requisitos que debía poseer un paladín era ser experto en medicina y, especialmente en botánica a fin de conocer la naturaleza de las hierbas que podían curar las heridas.
Muchos personajes de la literatura y escritores fueron víctimas de las enfermedades consuntivas, y muy en especial la tuberculosis pulmonar.
Entre los escritores que sufrieron esta enfermedad; Schiller, Keats, Shelley, Whitman, dos de las hermanas Brontë, Walter Scott y Stevenson .
Dickens escribió con una fidelidad asombrosa las enfermedades que aquejaron a los personajes de sus obras, se menciona muchas veces la tuberculosis pulmonar así como la afasia y la demencia senil.
La descripción que hace en Grandes esperanzas de los efectos que causa un golpe en la cabeza es una obra maestra de observación, así como la de la narcolepsia endocrina que padece el chico obeso de Los papeles del club Pickwick a la que desde entonces se ha dado el nombre de síndrome de Pickwick.
Dostoyevsky que sufrió de epilepsia creó muchos personajes afligidos por esta misma enfermedad , entre los que destaca el príncipe Mishkin de El idiota cuyos ataques epilépticos están magistralmente descritos .
En la obra La montaña mágica, Thomas Mann realizó uno de los estudios clínicos más completos que se hayan hecho en la literatura sobre la tuberculosis. Esta novela narra la historia de un atormentado joven que se encuentra a si mismo durante una larga permanencia en un sanatorio ; también se la puede considerar como una alegoría de la vida en el mundo moderno , así como un estudio psicológico de las víctimas de esta enfermedad.
La influencia de las escuelas psicoanalíticas , de principios de siglo, ejercieron sobre la literatura es incalculable, especialmente en lo referente a las obras de Marcel Proust , James Joyce, Virginia Woolf , Thomas Mann, Eugene O’Neill , y otros .
Los médicos y la profesión médica han sido enfocados bajo muy diferentes aspectos por la literatura mundial reflejando ésta la actitud que , en cada época ,se ha adoptado ante la ciencia médica .Hasta que la medicina comenzó a emplear métodos científicos, en el siglo XVIII, los médicos generalmente han sido blanco de las sátiras, como puede verse en Moliére.
En siglo XIX esta tendencia cambió de curso: los médicos de Balzac, son , con escasas excepciones, hombres rectos y conscientes modelos de devoción y generosidad .
El doctor Jekyll, de Stevenson , es un penetrante estudio de un médico científico, probablemente esquizofrénico, que no puede resistir la tentación de explorar los más recónditos abismos del alma humana, valiéndose de la química para dar rienda suelta al lado perverso de su propio carácter.
Con excepción de los ataques de George Bernard Shaw a ciertos médicos en The Doctor’s Dilemma ( 1906 ) los escritores del siglo XX han presentado, generalmente, a los médicos de una manera heroica, luchando contra la ignorancia, la corrupción, y las tentaciones del dinero.
En La Ciudadela (l937) del ex médico A. J. Cronin , el protagonista , después de ejercer durante cierto tiempo como médico de moda en Londres vuelve al idealismo científico de su juventud.
En El último rebelde ( 1957 ) popular obra de Herald Green se describe a un abnegado médico general perpetuamente irritado ante la injusticia social y económica, que ejerce durante 40 años en los barrios bajos a pesar de los incentivo que se le ofrecen para trasladarse a otros lugares mejores.
Médicos escritores. Una de las principales razones del acierto literario que muy a menudo demuestran los médicos, sobre todo en la novela, reside en su especial actitud para estudiar
La naturaleza humana, ya que la práctica de la medicina fomenta el espíritu de observación
Osler dijo de Oliver Wendwll Holmes (1809-94) que constituía “la combinación mas afortunada que jamas se había visto de medico y hombre de letras. El Holmes literato escribió el poema Old Ironsides que salvo a la fragata costitution del abandono y la ruina
Y un verdadero diluvio de poemas y novelas menores . En 1857 inicio su colaboración para la Atlantic Monthly (nombre creado por el), con la famosa serie de ensayos sobre temas científicos y literarios que posteriormente , fueron recuperados bajo el titulo de El autócrata en la mesa del desayuno.
Jhon Brown (1810 – 82) , de Edimburgo, que fue discípulo de James Syme , retrato brillantemente a su maestro en una memoria sobre Syme y en la famosa y conmovedora novelita Rab and His Friends. Médico gentil culto atareado y querido Brown se hizo célebre en los EE. UU. con sus Horae Subsecevar (literalmente. “Horas Robadas”)
Serie de artículos en los que trata principalmente de pacientes y sus enfermedades.
Silas Weir Mitchel (1829-1914) precursor de la neurología, recurrió a su experiencia clínica para escribir Roland Blake, Constance Trescot y Dr. North and His Friends , todos ellos extraordinarios psicológos. Cuando, en los comienzos de su carrera literaria Antón Chejov (1860-1904) se vio obligado a renunciar a la medicina, hizo la famosa observación: “ la medicina es mi esposa y la literatura mi amante , esto puede resultar poco respetable pero desde luego no es aburrido”.
A diferencia de Chejov, el celebre Arthur Conan Doyle (1859-1930) no trató de mantener a dos mujeres a la vez: tras diez años infructuosos dedicados a la medicina, abandonó esta para dedicarse a la literatura.
Sherlock Holmes proporcionó a Conan Doyle fama y fortuna pero también un conflicto psicológico ya que su ambición era ser conocido como novelista histórico y no como escritor de historias detectivezcas . Llego a escribir ocho novelas históricas en todas las cuales brillaba su espíritu caballerezco y romántico, más la fama de su inmortal detective las relego prácticamente al olvido.
William Somerset Maugham, uno de los mas grandes médicos y Homme de lettres contemporáneo convino la observación medica y el arte literario en Liza de Lambeth novela basada en sus días de estudiante, así como en su siguiente obra Servidumbre Humana. El hecho de que el héroe tenga un pie zambo explica su complejo de inferioridad y muchas de sus acciones, la escena en que el director de la escuela renuncia a azotarlo apiadado por su condición de inválido, resulta extraordinariamente conmovedora.
A pesar de que Somerset Magham abandonó muy pronto la medicina, opinaba que todo escritor debería poseer un buen conocimiento de la fisiología y de psicología para comprender bien como los elementos básicos en literatura están íntimamente relacionados con la mente y el cuerpo de los seres humanos.
La extensa obra de Maugham (en la que los médicos ocupan un lugar prominente) abarca más de medio siglo, alcanzando el éxito en todo genero literario: novela, cuento y teatro.
No contento con los laureles cosechados con sus 20 novelas, 105 cuentos, 25 obras teatrales y 9 trabajos diversos a los 88 años todavía seguía escribiendo. Murió en 1965.
El médico escritor sueco Axel Munthe (1857-1949) se hizo famoso con un solo libro escrito en ingles la historia de san Michele (1929) que alcanzo gran éxito en el mundo entero, y del que solo en los Estados Unidos se vendieron mas de 200.000 ejemplares.
Axel Munthe ejerció en París como psiquiatra pero durante muchos años, con anterioridad a la Segunda Guerra Mundial vivió en la isla de Capri, en una villa a la que sus admiradores todavía acuden en peregrinación.
As Remember Him, de Hans Sinsser ( 1878-1940) , el eminente bacteriólogo y patólogo de Harvard, es un ejemplo brillante de autobiografía médica. Con la misma lucidez artística con la que describe su vida y obra, Sinsser explica las fases de la leucemia que lo llevo a la tumba. Su capitulo final es un tributo emocionado a la nobleza del alma humana : “A la vista de la muerte la vida se antoja plena de un nuevo significado y de una penetrante y fresca emoción”.
España e Hispanoamérica . En el mundo Hispánico literatura y medicina han marchado siempre por la misma senda histórica produciendo notables creaciones medico- literarias. Cervantes, el supremo maestro de la lengua asombra por su erudición médica manifestada en innumerables pasajes de sus obras, en particular “Don Quijote” y a la inversa.
Numerosos médicos, algunos de renombre mundial, se han consagrado como verdaderos
valores de la literatura universal. A continuación mencionamos a 4 de los más representativos exponentes de la creación medico literaria:
Pío Baroja. (18720-1956). Este vasco solitario y rebelde médico, poeta, novelista, alcanzo el mas alto sitial en la literatura española contemporánea la mejor de sus novelas es su vida misma. En su accidentada carrera universitaria choco continuamente con el brillante Letamendi y fue suspendido dos veces en Patología por un tribunal del que era miembro el intransigente profesor.
A los 22 años de edad se graduó de Licenciado en Medicina y para su tesis doctoral eligió el tema El dolor: Estudio Psicopatológico .
Por temperamento Baroja estaba condenado a suscitar problemas donde quiera que se hallase. En el Hospital General de Madrid fue objeto de la censura de sus superiores.