Desde el espacio exterior al gobierno de España.
Esta es la insólita trayectoria completada por Pedro Duque, el astronauta al que el nuevo presidente español, Pedro Sánchez, acaba de elegir como ministro de Ciencia, Innovación y Universidades.
Duque no había tenido hasta ahora nada que ver con la política y su designación ha causado sorpresa y también aplauso.
Este madrileño de 55 años, casado y padre de tres hijos es el único español que ha participado en un viaje espacial. Antes que él lo hizo otro madrileño, Miguel López Alegría, pero este tiene nacionalidad estadounidense.
Graduado en Ingeniería Aeronáutica, Duque destacó ya desde su época de estudiante en la Universidad Politécnica de Madrid, en la que se graduó con matrícula de honor.
En 1992, tras responder a un anuncio publicado en la prensa, fue seleccionado para el Cuerpo de Astronautas de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), en la que fue asignado al Grupo de Determinación Precisa de Órbitas.
Después de años de entrenamiento y de haber participado en diversos proyectos a nivel internacional, en 1998 fue incluido en una tripulación e hizo realidad su sueño de viajar al espacio.
Aquel año se embarcó en el Discovery, el mítico transbordador de la NASA estadounidense.
Fue el cosmonauta más joven de una expedición que estuvo «ahí arriba» durante 9 días.
En 2003 repetiría con la nave rusa Soyuz, en la que viajó hasta la Estación Espacial Internacional.
Para entonces, ya se había convertido en una figura popular en su país.
En 1999 recibió el premio Príncipe de Asturias junto a los también astronautas Chiaki Mukai, de Japón; John Glenn, de Estados Unidos; y Valery Polyakov, de Rusia, por su contribución a la cooperación internacional en el espacio.
La fama que ganó le obligó a superar su introversión.
Ya coronado por el éxito, Sánchez dejó la ESA por un tiempo para fundar con un amigo de sus años universitarios una empresa dedicada al desarrollo de satélites de observación terrestre.
Su compañía lanzó el primer ingenio español de este tipo.
Duque trabajó también como profesor universitario y ha desempeñado funciones directivas en la ESA.
Quería volver
Pero nunca quiso dejar de ser astronauta.
En 2017, cuando completaba su entrenamiento para seguir siendo seleccionable en la base Aquarius de la NASA, a 20 metros bajo el mar en las aguas de Florida, Duque declaró: «Depende de la ESA, pero yo por mí voy».
El año antes se había encerrado durante 6 días con otros astronautas en una cueva de Cerdeña para recrear cómo sería una misión espeleológica en ambientes extraterrestres hostiles a la vida.
«La educación primaria, la universitaria y la promoción de la ciencia son inversiones porque se pueden esperar de ellas rendimientos futuros», afirmó.
Fue su compromiso con la investigación lo que le llevó a criticar públicamente la política del anterior gobierno del Partido Popular en España.
El ya expresidente Mariano Rajoy suprimió el ministerio para el que ahora se ha elegido a Duque y recortó las partidas destinadas a I+D+I en el presupuesto público, al que se exigía cumplir con los objetivos de déficit fiscal fijados por la Unión Europea.
Duque protestó entonces: «Si continuamos sin invertir en el futuro, el país se hundirá para siempre».
De un barrio obrero
Criado en el barrio obrero de San Blas en una familia en la que la madre era maestra, el nuevo ministro ha hecho bandera también de la apuesta por la educación pública.
«Una escuela de calidad es la garantía de que los mejores talentos se desarrollarán y producirán una generación de científicos y tecnólogos dentro de 10 o 20 años».
Capaz de manejarse lejos de la atmósfera terrestre, la duda ahora es si Duque mostrará lo hará también en las turbulentas aguas de la política española de los últimos tiempos.
El gobierno del que formará parte, encabezado por el socialista Pedro Sánchez, sucede al de Mariano Rajoy, que cayó tras una histórica moción de censura, y tendrá que manejarse con los presupuestos heredados de su antecesor y lastrado por su posición minoritaria en el Congreso de los Diputados.
Sánchez ha ido configurando un equipo de ministros, con mayoría de mujeres, en el que ha incorporado a personalidades reconocidas por la opinión pública y alejadas de la batalla política tradicional.
Duque es una más de esas caras nuevas de las que Sánchez ha querido rodearse.
Él parece consciente de los peligros del reto que asume. Así lo expresó en la viñeta del dibujante Forges que colgó en su cuenta de Twitter.
Quizá pronto tenga todavía más ganas de regresar al espacio.
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-44387925