La hipótesis de que las tormentas geomagnéticas pueden explicar en parte la variación estacional en la incidencia de la depresión, actuando como un precipitante de la enfermedad depresiva en los individuos susceptibles, se apoya en un aumento estadísticamente significativo del 36,2% en los ingresos hospitalarios masculinos con diagnóstico de fase depresiva, enfermedad maníaco-depresiva en la segunda semana posterior a tales tormentas en comparación con períodos de control geomagnéticamente tranquilos. Se observa un aumento menor, pero no estadísticamente significativo, de las admisiones de mujeres en depresión psicótica y no psicótica tras tormentas. No hubo correlación entre los niveles de tormentas geomagnéticas y el número de admisiones de hombres con depresión psicótica, lo que es consistente con un evento umbral que afecta a individuos predispuestos. El avance de fase en los ritmos circadianos pineales de la síntesis de melatonina puede ser un posible mecanismo causante o estar presente como consecuencia de la 5-hidroxitriptamina y la disfunción del sistema adrenérgico asociada con la perturbación geomagnética. Se sugieren como posibles mecanismos bioquímicos subyacentes los efectos sobre la permeabilidad de las membranas celulares, la actividad del canal de calcio y los magneto-receptores de la retina.
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